sábado, 17 de agosto de 2013

Tarbell. Música para violín

Edmund C. Tarbell (1862-1938) nació en West Groton (Massachusetts). Fue uno de los exponentes del grupo denominado The Ten American Painters, o simplemente The Ten. Este grupo, afincado en Nueva York o Boston y generalmente asociado al impresionismo, mantuvo una posición de rechazo al realismo clásico o romántico con el que se identificaba en aquel entonces a la Sociedad de Artistas Americanos. 

Ten American Painters
Edmund C. Tarbell, en medio del grupo que permanece de pie,
junto al resto del grupo de Los Diez
Tarbell, tras su formación inicial en la Escuela Museo de Boston, decidió viajar a Europa para perfeccionar su técnica. Tras un periodo de cinco años, volvería a Boston, donde se casó y se estableció como profesor en la Escuela Museo, ocupando la dirección del mismo durante veintitrés años, tras la muerte del que había sido su mentor en su etapa como estudiante, Otto Grundmann, al que relevó en el cargo.

Edmund C. Tarbell, Autorretrato
Autorretrato, 1889
Su pintura muestra un claro interés por el retrato. Utilizaba generalmente a sus familiares como modelos, su mujer, sus cuatro hijos o sus nietos. Hay una importante dosis de realismo en sus obras, con un desgrane muy subjetivo de la luz. Particularmente, me gustan mucho sus interiores, claramente influenciados por Vermeer: nos asomamos, como ávidos voyeurs, a una escena íntima dulcemente iluminada por la luz de una ventana.

Edmund C. Tarbell, Across the Room (AKA By the Window or Leisure Hour)
Across the Room (también conocido como By the Window Leisure Hour), 1899
Edmund C. Tarbell, New England Interior
New England Interior, 1906
Edmund C. Tarbell, Girl Reading
Girl Reading, ca. 1909
Edmund C. Tarbell, Girl Mending
Girl Mending, ca. 1910
A esta pequeña muestra de interiores hay que sumar retratos, especialmente de mujeres, y escenas al aire libre de clara influencia impresionista. Podemos asomarnos a una buena representación de su obra en esta página. Al margen, selecciono los tres cuadros que vienen a continuación, de los que destaco La violinista (1890), para incluirlos en mi colección de Arte e Instrumentos.

Edmund C. Tarbell, Marion Hiller Fenno at Nine as Mandolinata
Marion Hiller Fenno at Nine as Mandolinata, 1887-88
Edmund C. Tarbell, The violinist
Girl with Violin también conocido como The violinist, 1890
Edmund C. Tarbell, My three granddaughters
My three granddaughters, 1937
Como acompañamiento musical, os traigo la Sonata para violín nº 4 (para rimar con mi preferido de estos "cuadros musicales"), del norteamericano Charles Ives (1874-1954), director de una rentable compañía de seguros, y compositor único en sus ratos libres. La música de Ives abunda en detractores y entusiastas, entre quienes lo consideran pomposo y complejo, y quienes lo consideran íntegro e inspirador. Cierto que la complejidad rítmica, el uso de disonancias y secciones de oscura armonización son patentes. Qué decir: Use your ears like men!


En: Música, Pintura

8 comentarios :

  1. Excelentes pinturas, (las que pude ver, algunas no están visibles. Solo pude ver los últimos tres), y me enamoré de el violín! Gracias por compartir! Un abrazo =)

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    1. Gracias por el aviso (creo que ya está solucionado).

      Saludos, tus palabras son siempre tan amables ;)

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  2. Viendo las imágenes de este artista, su estilo me recuerda algo a un artista americano que también me gusta bastante: Joseph DeCamp, quien también, por cierto, suele representar escenas con personajes tocando instrumentos de música. Muy bonita la obra de Ives, no sabía que trabajaba en una empresa de seguros, o sea, que era músico a tiempo parcial, eso a mi parecer le añade más mérito.

    Un saludo

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    1. Tengo un lectorado increíble, José Miguel. Te has anticipado a mi próxima entrada. Ya había conseguido algunas imágenes de DeCamp, especialmente la del violonchelista, que me gusta mucho.

      La biografía de Ives, como la de Sibelius, es (quitando lo anecdótico) sorprendente.

      Saludos ;)

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  3. Hermosas imágenes. Sobrecogedor el contraste entre la piel clara de la violinista, el negro de su vestido y el fondo.

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    1. Gracias por dejar tu comentario. Me encanta poder compartir lo poquito que conozco y que otros lo disfruten como yo ;)

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  4. Los contratres de luces y sombras de este pintor (que no conocía) son magníficos.
    Me resulta agradable y me transmite tranquilidad el reflejo que hace en sus obras de actividades de la vida cotidiana (coser, leer,tocar instrumentos, reposar en un sillón).

    ¡¡¡Lo que estoy aprendiendo con tu blog!!!
    Gracias por la información.
    Un abrazo desde El Terrao.

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    1. Gracias, Mª Ángeles. Y las que me estoy apuntando yo para cuando tenga un terrenito ;)

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