sábado, 12 de marzo de 2016

El rico y Lázaro

Para empezar, dejad que la música suene...



Se trata de las Five Variants of Dives and Lazarus, unas variaciones compuestas para arpa y orquesta de cuerda a partir de unos arreglos que el propio compositor, Vaughan Williams, hizo sobre un tema tradicional, tema que se hallaba en un popular libro de baladas tradicionales inglesas y escocesas (Child Ballads, 1882-1898). Una preciosidad.

El texto popular está basado en Lucas (capítulo 16, versículos 19 a 31), donde se recoge la siguiente parábola.

16:19 Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. 
16:20 A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, 
16:21 que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
16:22 El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
16:23 En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. 
16:24 Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan". 
16:25 "Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. 
16:26 Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí". 
16:27 El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, 
16:28 porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento".
16:29 Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen". 
16:30 "No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán". 
16:31 Abraham respondió: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán".

En la tradición anglosajona, el hombre rico es conocido como Dives (palabra latina que significa "rico") o Diverus (por hacerlo rimar con Lazarus, quizá). Así aparece en el libro de baladas infantil, que cuenta cómo Lázaro se arrastra hasta la puerta de la casa de Dives, que está dando una opulenta fiesta, rogándole de forma repetida que le dé algo de beber y comer, refiriéndose al rico como "hermano Dives". El rico lo rechaza en varias ocasiones, con un estribillo así:

Thou are none of mine, brother Lazarus, 
Lying begging at my wall,
No meat, no drink, will I give thee,
And surely starve you shall.

No sólo se declina a llamarlo hermano (de forma irónica) y le augura una muerte próxima, no todo queda ahí. La falta de compasión que muestra el rico se acrecienta a continuación, pues le envía a sus criados a que lo fustiguen y a sus perros a que lo muerdan. Sin embargo, sus criados lo desobedecen y sus perros, en lugar de morderlo, le lamen sus llagas.

Tiempo después, tras la muerte de ambos, Lázaro será llevado por los ángeles al cielo, en tanto que unas serpientes arrastran a Dives al infierno. Una de las variantes del tema infantil relata también el momento en que Dives, desde el infierno, se queja de su castigo eterno y le pide a Lázaro una gota de agua.

Aunque de origen bíblico, la repercusión de esta parábola más allá del ámbito cristiano en el que se desarrolla es indudable, contraponiendo la indolencia (asociada a la riqueza y al poder) con la súplica del sustento. Lucas en su evangelio arremetió contra los ricos en numerosas ocasiones, más que cualquier otro evangelista; es de orden moral que los ricos están ahí, como también están los pobres; mostrando aquéllos a menudo su colmillo inclemente ante la voz exangüe de los más necesitados; jactándose los poderosos de un orden sostenido por su estabilidad económica y donde, entre las múltiples variables de su complejo algoritmo, la pobreza no es tenida en cuenta para la estabilidad social.

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Acompaña esta entrada una muestra de la profusa iconografía de Lázaro y el rico epulón, donde son tópicos el contraste de ambos en vida, la terrena, pero también en la espiritual; los perros lamiendo las heridas del mendigo; la aparición de Abraham con el pobre Lázaro en su regazo; la redención de pobre y la condena del impío Dives.

Miniatura del Codex Aureus Epternacensis (ca. 1030-1050)
Germanisches Nationalmuseum, Nuremberg



Parable of Dives and Lazarus (Maestro francés, ca. 1420)
Musée de Cluny, París


Parabel van Lazarus en de rijke man, atribuido al Maestro de Delft (ca. 1480-1500)
Rijks Museum, Amsterdam

The Feast of Dives (Master of James IV of Scotland, ca. 1515)
The Getty Museum, Los Angeles (California)

Dives and Lazarus, Bonifazio Veronese (1540 o posterior)
Gallerie dell'Accademia, Venecia

De rijke man en de arme Lazarus
Copia de 1700 del original de 1544 de  Jacopo Bassano, también conocido como J. da Ponte

Rijks Museum, Amsterdam

Dives and Lazarus, Leandro Bassano o Da Ponte (ca. 1595)
Colección privada
Domenico Fetti, The Parable of Lazarus and the Rich Man (1618-1628)
National Gallery of Art, Washington D.C.

Frans  Franken el Joven, Parable of the Rich and Poor Lasarus (1601-1650)
Museo de Bellas Artes de Ekaterimburgo

James Tissot, Le pauvre Lazare à la porte du riche (1886-1894)
Brooklyn Museum, Nueva York

James TissotLe mauvais riche dans l'Enfer (1886-1894)
Brooklyn Museum, Nueva York

John Everett Millais, The Rich Man and Lazarus de la serie Illustrations to 'The Parables of Our Lord', grabado por los hermanos Dalziel (1864)
Tate Britain, Londres



En este enlace tendréis acceso al álbum, donde iré añadiendo más imágenes relacionadas con la parábola de Lázaro.


4 comentarios :

  1. La oportunidad de esta entrada en la tesitura actual de la sociedad occidental, no podía ser más acertada. En un momento en el que se vislumbra el agotamiento del sistema capitalista -tal como ocurrió con su precedente el mercantilista- y voces preclaras ven la necesidad de establecer una "renta básica" para los más necesitados, dada la ausencia de nichos de trabajo para nuestros millones de desempleados, no está de más que autores sensibles al drama social que se avecina en tiempos próximos, a través de relatos como el del rico Epulón y el pobre Lázaro, colaboren desde el magisterio de estas páginas divulgativas a ir cambiando la mentalidad de generaciones educadas en la creencia de que la globalización económica y las soluciones keynesianas volverían a salvar al sistema, haciendo más ricos a los de siempre y creando mayor desigualdad aún con respecto a la mayoría.
    Gracias, don Enrique. Estas iniciativas -siempre hay un comienzo en el camino a recorrer- me hacen considerarle y admirarle como un MAESTRO.

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    1. Gracias, don Gonzalo, por sus siempre amables palabras.

      Considero que nuestras políticas, ancianas y locales, nos dejan en clara desventaja contra las economías globales. Y más teniendo en cuenta el hecho de la clase de políticos a los que nos tiene acostumbrado el actual panorama; y la clase de economistas que los manejan como a marionetas.

      Saludos ;)

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  2. No me atrevo a terciar en la discusión, en cualquier caso yo soy un poco más pesimista. Creo que siempre habrá Lázaros pobres y ricos Epulones, por desgracia el egoísmo y el afán de riqueza son moneda corriente y no creo que sean fruto de una sociedad concreta o de un modelo económico en particular, si bien lo perverso del capitalismo es que, en lugar de condenar al rico, quiere, encima de rico, presentárnoslo como virtuosos y como modelo a imitar, así un Donald Trump sería un modelo (¡Dios nos libre!).

    Siempre me ha encantado esta historia del Evangelio de Lucas, me gustaría pensar que los que aquí sufren tendrán consuelo en alguna parte y que los malos tendrán su castigo, pero, como diría Freud, el hecho de que se adapte tan bien a lo que deseamos ¿No es la mejor prueba en su contra? Excelente entrada, saludos a ambos.

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    1. No me considero optimista, al contrario. Pobreza y riqueza, en cierta medida, obedecen a cierta ley de desarrollo social que no pretendo cuestionar aquí. Pero me gusta pensar que, en realidad, la política debería ser garante de cierta responsabilidad, pero sus medidas, estrictamente locales (por más lo elevemos a "lo europeo"), poco o nada tienen que hacer con unos modelos económicos absolutamente globales.

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