jueves, 26 de diciembre de 2013

Nuevos estamentos sociales: la distopía de Gattaca

Andrew Niccol llevó al cine su propio guión en 1997, acerca de una posible sociedad futura donde los estudios sobre genética están excelentemente desarrollados. Una sociedad donde la manipulación genética es una práctica habitual, donde los padres deciden el "tipo de hijos" que prefieren. Mentes y cuerpos prediseñados para el éxito, sin enfermedades congénitas, sin defectos apreciables. Los mejores individuos serán seleccionados para trabajar en las mejores empresas, y sobre todas ellas, destaca "Gattaca", una industria que se encarga de los lanzamientos aeroespaciales.

Este tipo de prácticas, derivadas de la manipulación genética, dividirá a la sociedad en dos, los dotados genéticamente (una práctica  "natural" consistente en dotar a los nuevos individuos de "lo mejor" de cada uno de sus progenitores), y los nacidos del amor (por defecto, los inválidos). Obviamente, a pesar del establecimiento de leyes gubernamentales en contra de la discriminación, las empresas usan el código genético para seleccionar al personal cualificado. A los inválidos, claro, se les reserva para los peores empleos. El criterio no es, pues, la valía o esfuerzo personales. Así que Vincent, protagonista de esta historia, un niño nacido del amor de sus padres, nada puede hacer para aspirar a entrar en Gattaca y cumplir así su sueño de viajar a las estrellas. Nada porque su código genético muestra un 99% de probabilidades de padecer un problema grave cardíaco a la edad de treinta años. Nada, excepto vencer a la adversidad.

La fotografía de Slawomir Idziak, la música de Michael Nyman, unas interpretaciones la mar de convincentes, un guión portentoso (y creíble, a pesar de enmarcarse en el género de la ciencia-ficción), hacen de Gattaca una película notable, con múltiples lecturas. De todas, me inquieta que esa distopía es posible. Y, en algunos aspectos, es ya real.


En: Cine, Películas

10 comentarios :

  1. Me gusta mucho esta película por muchas razones, de las cuales la música y una cierta estética visual no son las menores, pero lo que más me interesa es la lucha del protagonista: esa mezcla de afán de superación (si lo queremos ver del lado positivo) o espíritu trepa (si lo juzgamos negativamente) y al mismo tiempo cómo él, al mismo tiempo que lucha contra las convenciones de sus sociedad, las interioriza, sintiéndose a cada momento como un impostor.
    Como toda la buena ciencia ficción, esta distopía nos obliga a reflexionar sobre nosotros y sobre la sociedad en la que vivimos ahora.

    Genial propuesta, un saludo ;-)

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    1. La superación es, en este caso, no una superación personal. Tiene un objetivo, y hace lo posible y lo imposible por lograrlo. Se mueve en la fina línea de lo inmoral, pero dentro de un mundo que lo empuja hacia esa inmoralidad, un mundo que prohíbe de forma encubierta los sueños personales. Esta situación, evitable, pero a la que la sociedad nos conduce, es lo mejor de la película.

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  2. Es una propuesta muy, muy interesante. ¿¿¿Estará pasando algo similar a esto y nosotros sin saberlo???... La verdad es que no me estrañaría nada que algo así pueda llegar a suceder...
    De momento me veré la peli, por lo que cuentas ¡¡¡seguro que me gusta!!!
    Después ya vendrá el momento de pararme a pensar en lo que puede llegar a ocurrir (si es que ya no está ocurriendo de alguna manera)
    Saludos desde El terrao.
    :)

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    1. Creo que sí, que algo de esto nos está ya ocurriendo. De alguna forma, siempre ha sucedido. Pero con la manipulación genética (algo de lo que se hablaba mucho al principio pero que ahora ha pasado como a un segundo plano), las diferencias sociales pueden ser mucho más desgarradoras.

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  3. Me gustó mucho..es un género que deja las puertas abiertas a todo lo imaginable y eso me seduce..Saludos

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    1. Tienes razón, Luisa. La ciencia-ficción nos abre mucho la imaginación, a veces para revelarnos cosas presentes muy reales.

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  4. Esta peli da para unas buenas segundas lecturas. Me gustó cuando la vi hace años y puede que algún día de éstos le pegue un visionado a ver que tal le sienta el paso del tiempo (me temo que bien). Además es curioso como sin quererlo nos vamos encaminando hacia eso de forma sutil (aunque nuestros ojos no verán eso), pero todo se andará...

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    1. Creo que, de momento, el paso del tiempo no le ha hecho ninguna mella. El tema sigue siendo, como se suele decir, de "rabiosa" actualidad.

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  5. La vi hace tiempo y está en la línea de "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Muy buena, por cierto. Saludos!!

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    1. Tiene aspectos que tienen correlación con la obra de Huxley, como el tema del predeterminismo, efectivamente.

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