miércoles, 21 de agosto de 2013

Requiem for myself

Decía Sócrates que el filósofo debía prepararse para la muerte. Son muchos los artistas que se han retratado aludiendo al carácter efímero de su existencia. Una calavera, o la propia muerte personificada, aparecen en sus lienzos como compañera fatal.


Thomas Smith, Self Portrait (ca. 1690)
Thomas SmithAutorretrato (ca. 1690)

Arnold Böcklin, Selbstporträt mit fiedelndem Tod (1872)
Arnold Böcklin, Autorretrato con la Muerte tocando el violín (1872)


Hans Thoma, Self portrait with Love and Death (1875)
Hans Thoma, Autorretrato con Amor y Muerte (1875)


Lovis Corinth, Self Portrait with Skeleton (1896)
Lovis Corinth, Autorretrato con esqueleto (1896)



Max Pechstein, Self Portrait With Death (1920)
Max Pechstein, Autorretrato con Muerte (1920)


Georgia Stafford, Self-Portrait with Hot Air Death Mask (1983)
Georgia Stafford, Autorretrato con Máscara de aire caliente de la Muerte (1983)

Aunque a menudo se tratan de obras de encargo, no puedo dejar de pensar que un réquiem es como uno de estos lienzos en los que el compositor se retrata junto a la ineludible. Os dejo con el más famoso de ellos (¿hay alguien que no haya escuchado Lacrimosa de Mozart?) y cuya leyenda ahonda en este sentimiento. Forma parte de mis recuerdos cuando estaba en un coro. También interpreté otro requiem, el de F. Liszt, menos famoso, del que hicimos el estreno en España (creo que fue en diciembre del 97, en Segovia). Eran "buenos tiempos para la lírica".




En: Arte, Música


9 comentarios :

  1. Pues a mi me molan un monton las calaveras, pero me ofrecen mucho respeto.

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    1. No me extraña, son un espejo que nos da una imagen muy diferida de nosotros mismos. Y qué imagen más terrible...

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  2. Este coro es magnífico,más aún escuchándolo y dejando volar la imaginación (aunque se trate de un requiem)
    Los cuadros con calavera pues...en fin...me impresionan!!!
    Sobre todo "Autorretrato con la muerte tocando el violín" que me parece bastante "tétrica" (será por el ambiente que la rodea). Me recuerda los ambientes de las pinturas de Rembrandt.
    Otra cosa es "Self Portrait with Skeleton". Fondo claro y luminoso. Me gusta. Bien podría tratarse de la consulta de un Doctor...
    Un abrazo desde El Terrao.

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    1. Se trata de su estudio, con Munich al fondo. De hecho, la obra fue una respuesta al de Böcklin que mencionas. Y donde éste pintó oscuridad, Corinth ridiculizó la muerte (un mero esqueleto), abrió la ventana de su estudio y dejó que la claridad del día penetrara en él. Toda una declaración de intenciones.

      Una mirada muy suspicaz la tuya, que supo entrever que ambos cuadros estaban relacionados ;)

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  3. En el segundo y tercer cuadro, parece que la imagen de la calavera estuviera con vida y susurrara... uff... de pensarlo me da miedo...jajaja... El último cuadro, no me gusta, parece tener un aire infantil con eso de ver la calavera como un globo...
    Saludos!!

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  4. El conocimiento de uno mismo como un ser pasajero e insignificante sujeto a la tiranía del tiempo se deforma y se transforma en las diferentes etapas de la vida y es uno propio para cada persona..Estos artistas capaces de autorretratarse junto a su presente-futuro son visionarios para mi..Geniales, y Lacrimosa de Mozart, lo más..Gracias Enrique, una gozada..!!

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  5. Afueras nevando, con una gripe del carajo que con cada achaque de tos parece querer arrancarme un trozo de pulmón, estas impresionantes pinturas (a mi me gustan todas) y encima como cereza sobre el pastel EL Requiem de Mozart,.....que guay :)

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  6. Todos los autorretratos tienen un por qué. Habría que estar en la mente de cada pintor para dilucidar que querían transmitir. El Requiem de Mozart muy bueno para esta presentación.

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