martes, 6 de noviembre de 2012

Laberintos V: el rizoma

Me imagino que todos tenemos en mente qué es un rizoma, ese tallo subterráneo que se prolonga indefinidamente, de cuyas yemas van naciendo nuevas raíces y hojas. Deleuze y Guattari se basaron en este modelo botánico de reproducción para construir un concepto filosófico bastante interesante. ¿Por qué?

En el intento de comprender la naturaleza, el ser humano ha construido un modelo de clasificación de tendencia fundacionalista, es decir, basado en un modelo jerárquico que supone elementos subordinados a otros de orden superior. Es decir, un laberinto epistemológico con un centro, de mayor importancia que el resto, del que depende todo lo demás. En este modelo, los autores de la teoría del rizoma ven, no una construcción natural, sino una imposición social del poder y la autoridad.

La imagen del rizoma nos sugiere un modelo más igualitario, en el que cualquier punto del tallo puede ser raíz, tallo o rama. Los autores defendían este modelo como forma de resistencia a una estructura social opresiva.

¿Pero dónde está el monstruo? ¿Qué hilo seguirá Teseo, si ninguno conduce necesariamente a un centro? ¿O es la propia estructura el mal? El pensamiento rizomático concede ciertos agrupamientos estables, denominados "mesetas", basadas en su coherencia o afinidad y no en un principio que los fundamenta.


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