lunes, 15 de abril de 2013

Y si el diablo gobernara el mundo...

...nada cambiaría. Todo está suficientemente retorcido, ausente de ternura (esa es la palabra, dice Thomas),  todo es vilipendio, aflicción, un camino doloroso y banal entre la cuna y la tumba.

Es la idea de la película Prisión (1949), "primera" película de Ingmar Bergman. En 1949, la filmografía de Bergman ya contaba con otros cinco títulos en su haber, de interés indudable, pero es aquí la primera vez que el guión le pertenece completamente. Así que goza de la virtud de contener el germen de sus futuros desvaríos existenciales y sufre del vicio de sus excesos.

Un director de cine se encuentra rodando una película cuando recibe la visita de un antiguo profesor suyo de matemáticas, que le propone hacer una película sobre el diablo, al que imagina gobernando el mundo. Pero la idea no es trazar una arquitectura horrenda para el nuevo palacio de este aciago gobernante. El mundo, tal y como está, es ya el infierno. El ser es concebido desde el abandono de su creador, engendro vacuo que intenta completar su existencia con preguntas sobre su condición, y cuyas respuestas carecen de sentido. Es aquí donde cobra protagonismo Thomas, hermano del director, que vive el drama personal del alcoholismo; su mujer, Sofi, con quien mantiene una relación destructiva; Birgitta Carolina, una prostituta menor de edad que acaba de tener un hijo de Peter, su "chulo", que le es arrebatado al nacer y asesinado por Linnea, la hermana de Peter. Los dramas personales de estos personajes conformarán el guión de Thomas para la película.

Sin embargo, Bergman es irónico, o más bien sarcástico. Plantea grandes preguntas y se ríe de las respuestas. El guión de Thomas se elabora mientras se rueda una película de índole bien distinta, se presupone que romanticona y pueril. Y en el propio guión de Thomas aparece la primera representación del diablo, pero lo hace en forma de slapstick.

La película comienza y termina en un estudio de cine. ¿No es demasiada ironía?

CATEGORÍAS: Cine

6 comentarios :

  1. Aun tengo pendiente la de "El séptimo sello", que con esta ya van dos. Mmmm ..... muchas pelis y poco tiempo....

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  2. Yo no sabía ni que existía, y como Sonia, tengo pendiente el Séptimo sello.... :(

    Saludos.

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    1. Bueno es que como bien se plantea en la película el mundo es ya un infierno por desgracia,estamos dominados más por el mal que por el bien.

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    2. Charly, es para devotos de Bergman. El séptimo sello, por el contrario, es para devotos del cine.

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    3. Gracias por tu comentario, Freddy. Estoy de acuerdo con ese planteamiento. Hagamos lo que hagamos, parece que el infierno es un laberinto del que nunca se encuentra la salida.

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