Ariadna ha sido abandonada en la isla de Naxos. Teseo se había valido del amor de la joven princesa para vencer al Minotauro. Ahora, en el puerto, las naves de Teseo se disponen a zarpar de regreso a Atenas, la princesa los observa desde la lejanía, las piernas doblegadas. Está cansada, y emocionalmente, está herida.
En ese preciso instante aparece Dioniso y su séquito habitual de sátiros y ménades. Las panteras que tiran de su carro se han detenido ante la princesa que se vuelve hacia el dios. La luz resalta ambas figuras, cuyas miradas se cruzan. Esa mirada rompe el pasado de Ariadna y prevé su futuro, como compañera del dios en el Olimpo. Así lo atestigua también la corona de estrellas que brilla en el cielo, que representa el regalo de bodas que Dioniso le hizo a Ariadna (una diadema de oro, posteriormente convertida en la constelación Corona Borealis).
El lienzo de Tiziano conjuga los tres tiempos de la acción dramática: el pasado (representado por los navíos en el puerto), el presente (la escena principal en el que Dioniso se abalanza sobre Ariadna), y el futuro (la constelación que brilla en el cielo que prevé las nupcias entre el dios y la princesa). Una obra maestra, de grandioso colorido, con gusto por el detalle, de hermosa factura.
El lienzo de Tiziano conjuga los tres tiempos de la acción dramática: el pasado (representado por los navíos en el puerto), el presente (la escena principal en el que Dioniso se abalanza sobre Ariadna), y el futuro (la constelación que brilla en el cielo que prevé las nupcias entre el dios y la princesa). Una obra maestra, de grandioso colorido, con gusto por el detalle, de hermosa factura.
Baco y Ariadna, ca. 1520-23 |
John William Waterhouse (1849-1917) también recreó el mito. Ariadna está dormida plácidamente. La nave de Teseo zarpa del puerto de Naxos, y abandona en la isla a la princesa cretense. La presencia de Dioniso sólo está sugerida por la presencia de las panteras, que custodian su sueño.
Ariana, 1898 |
Esta obra, de singular belleza y encuadre, se centra en Ariadna. Omite la presencia del dios y no vaticina su futuro en la bóveda celeste. Todo es presente, y a la vez irreal.
Al ver la obra de Tiziano (Baco y Ariadna), me sonaba que la había visto, Bingo, pues si, la vi en la National Gallery de Londres, me gusto mucho por su aurea mitológica. Esas panteras vigilantes.... genial Enrique.
ResponderEliminarEfectivamente, allí está. Con el de Waterhouse no hay tanta suerte, pues pertenece a una colección privada, creo.
EliminarAunque soy de las pocas personas a las que no le gusta la pintura en general cómo Arte, (prefiero escultura, fotografía, el 7o arte-cine etc) debo reconocer que me muestras siempre , quizás porqué lo haces con detalle, obras que acabo viendo su belleza!
ResponderEliminarGracias Enrique!
Espero ir, poco a poco, que la sitúes a la misma altura que las demás ;)
EliminarAl margen de las magnificas pinturas , me encanta el simbolismo y las intenciones del artista plasmadas magicamente en las obras. Un abrazo
ResponderEliminarEl personaje de Ariadna se presta a eso y más. Es ciertamente uno de los más emotivos ;)
EliminarEste Baco y Ariadna de Tiziano es una obra que siempre me ha impresionado, quizás sea la extraña postura de Dioniso, captado en el instante mismo de saltar del carro, como si flotara en el aire, o el bello colorido, o la interacción entre los personajes, el cruce de sus miradas, lo vivos que están, lo ví hace poco en Londres y los colores son aún más vivos que en las reproducciones, es una imagen que no te canasas de mirar, su extrañeza te provoca a seguir mirando...
ResponderEliminarEn la postura de Dioniso se intuye cierta violencia, que nos da la sensación de que tomará a la princesa "por la fuerza". Como sabes, no he estado en Londres, al contrario que Carlos o tú, que os habéis encargado de "restregármelo" por la cara (con todo el cariño, claro, jeje).
Eliminar¡Gana Tiziano, qué cantidad de niveles en un mismo cuadro!
ResponderEliminarHombre, puestos a elegir, yo también lo prefiero ;)
EliminarTiziano, qué maestro!! Su obra es magnífica, pero me tira más la de Waterhouse, me transmite más.
ResponderEliminarUn saludo.
Pd. Y si, para peli de hostias sobre patines, nada mejor que Newman y compañía repartiendo estopa.
En esto estamos de acuerdo ;)
EliminarMe gusta más el de Waterhouse, pero ambas son geniles.
ResponderEliminarGeniales, quería escribir... jeje... sorry...
ResponderEliminarEl de Waterhouse tiene una gran sensibilidad, ciertamente. Y es una durmiente, belleza añadida ;)
EliminarQué dos hermosos cuadros, que dos bellísimas obras de arte ilustran este post, representando a su vez presuntas epopeyas mitológicas en auge en la época de los respectivos pintores
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