Cito a Dostoyevski: "Pienso que si el diablo no existe, pero el hombre lo ha creado, lo ha creado a su propia imagen y semejanza"1. Creo que ilustra bien el artículo de ayer, y sirve de puente al planteamiento de hoy.
¿Qué es el mal? Según Russell2, el mal no es una abstracción, su concepto no está delimitado pues carece de coherencia interna. Se percibe por analogía con nuestro sufrimiento. El mal es percibido por propia experiencia, y de ahí se induce una conceptualización general. La idea de un mundo "bueno", "coherente", "utópico", nos alerta sobre las insuficiencias de éste.
Pero lo que más ayuda a conocer su naturaleza es su cercanía. El mal no está en los otros, aunque así lo percibamos generalmente. Por nosotros pasa la línea de sus dominios, y en mayor o menor parte, nos identifica como sádicos, morbosos, asesinos.
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| Scapegoat (El chivo expiatorio, 1921) M.C. Escher |
2 Russell, J.B., El diablo. Percepciones del mal, de la antigüedad al cristianismo primitivo.
CATEGORÍAS: Filosofía, Arte, Grabado
Interesante y para pensar... se puede filosofar un mundo con esto que acabas de escribir. Saludos Enrique!
ResponderEliminarGracias, Alex. El mal, origen, causas, ontología y representaciones artísticas, me parece un tema muy interesante. Espero poder desplegar bien el tema, para invitaros a todos a la reflexión.
EliminarPrecisamente, +Chary Cirujano me contaba hace un momento lo de la explosión en Boston. ¿Qué puedo añadir?
No puedo estar más de acuerdo con Dostoyevski,de hecho el ser humano cuando nace es un bebé, y está puro pero medida que va creciendo algunos son poseídos por el mal.
ResponderEliminarLa cita de Dostoyevski es brutal, amigo Freddy. Poco antes, contaba cómo una madre con un niño en brazos estaba rodeada de invasores turcos. Estos le hacen carantoñas al niño, para hacerlo reír. Cuando lo consiguen, uno de ellos le apunta con una pistola. El niño, que considera que es juego, toca la pistola en el momento en el que el turco aprieta el gatillo y le revienta el cerebro.
EliminarFruto de su imaginación, pero ¿acaso no es real?
Impresionante, pero quien reventó el cerebro a quién? No sé si lo entendí bien yo creo que el niňo al turco pero no estoy seguro
EliminarAunque bueno dices fruto de su imaginación por lo tanto supongo que no pasa nada
EliminarEl turco al niño :(
EliminarDios y diablo claro que son creaciones humanas...a su imagen y semejanza, pero son símbolos de la dualidad posible en el mundo real...y en el interior humano. Nadie es puro en bondad ni lleno de maldad completamente. Un saludo.
ResponderEliminarPero no son especulares, y sus contornos son difusos. Una acción buena conlleva también un mal.
EliminarAbro un pequeño debate (que espero no se malinterprete), y por seguir el ejemplo del asesinato de un bebé (símbolo de la inocencia).
¿Si un criminal dispara a un bebé, es un acto malo? Si ese bebé se llamara Adolf y dentro de unos cuantos años iba a protagonizar el mayor exterminio de judíos de la edad contemporánea, ¿sigue siendo igual de malo? Si el que dispara no conoce el futuro del bebé, ¿es igual de malo que si -hipotéticamente- conociera que ese bebé en el futuro iba a ser el propio Hitler?
Claro, claro tiene sentido porque al turco en ese momento le posee lo que hablamos el mal, lo había entendido bien en un principio pero tengo una manía de retorcer tanto las cosas ja ja
EliminarEl mal es un concepto tan antiguo como la propia humanidad. A lo largo de la historia se le ha querido poner rostro o delimitar esos hechos "malos" y de ello en gran parte se encargó la religión cuando evolucionó desde la magia o la superstición y quiso etiquetar determinados actos como "pecado" o "impropios". Nunca habrá una definición exacta de "mal" como concepto, sino que será la propia sociedad la que en cada momento determine qué actos son malos o cuales se ajustan a derecho (legal o moralmente hablando). Lo que hace 500 años era lo más normal del mundo ahora lo vemos como auténticas aberraciones, y tal vez dentro de algún siglo (si es que seguimos aquí) nuestros descendientes lejanos vean nuestras actitudes como hechos primitivos y bárbaros.
ResponderEliminarLa figura del diablo (en cualquier religión) ha sido uno de los grandes gestos del ser humano en cuanto a mostrar que es un animal racional consciente y preocupado por su propia existencia.
En cuanto a lo del asesinato del hipotético Hitler, creo que daría para un debate interminable en el que nadie tendría la razón. Tal vez con cambiar algo de su infancia hubiera sido suficiente (recomiendo la lectura del libro Los niños del Brasil sobre ese tema en concreto). O tal vez ese asesinato desencadenase algo peor (aunque es difícil imaginar algo peor). Las hipótesis sobre viajes en el tiempo y las consecuencias de alterar algo me fascinan.
Vaya claca te he soltado en un momento, jejeje.
Saludos.
Un poco lo que dice Charly Hell,quizas con una buena educación habría que evitar que ese bebé, llegase a convertirse en Hiltler,pero si como fue algo tristemente real mejor que su madre lo hubiese abortado así de claro.
EliminarVi la película, Charly. Parte de unas premisas futuristas que han cobrado fuerza a raíz de la manipulación genética, y sus conclusiones a nivel filosófico son muy interesantes.
EliminarEn cuanto al tema de la educación, es capital. Pero claro, también podríamos situarnos en el tema planteado en La cinta blanca, de Haneke. Un día habrá que traer por aquí ese debate.
Hombre si alguien le disparará gratuitamente a un bebé sin saber su futuro,para mí en ese caso es un asesino
ResponderEliminarAsesinos son todos, la carga moral de cada uno podría ser bien distinta.
EliminarDejame introducir una cita:
ResponderEliminar"El mundo da vueltas y el mundo cambia,
Pero hay una cosa que no cambia.
En todos mis años, una sola cosa no cambia.
Por mucho que la disfracéis esta cosa no cambia:
La lucha perpetua del Bien y el Mal"
T. S. Eliot, Coros de la Piedra
My interesante debate y me quedo con la frase de Dostoyevki, gracias, Enrique
Me encanta Eliot. Es de los pocos poetas que no me canso de recordar. Y Dostoyevski, siempre una referencia de altura.
EliminarUn saludo, José Miguel.