El cráneo, debajo está la locura. Ella está indefinida, adquiere taxonomías sociales históricas, se reinventa a sí misma, y obedece al instinto de la dominación. Es
rizomática, finalmente, a pesar de los exorcismos históricos a que es sometida.
El
otro día me referí a un libro de
Alejandra Pizarnik,
Extracción de la piedra de la locura, y lo adorné con la famosa tabla del
Bosco. Injusto sería no referirse también a este otro óleo, pintado unos sesenta años más tarde por otro pintor flamenco,
Jan Sanders van Hemessen. En esta obra, un matasanos extrae la piedra que supuestamente tenía obstruido el cerebro. La expresión del "doctor" acentúa el carácter sarcástico y crítico de la obra.
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El cirujano, ca. 1550-55 |
El tema, el de la
litotomía, ha sido recurrente en la pintura flamenca. Una de las más conocidas es la obra de
Bruegel el Viejo, que nos ha llegado gracias a una copia que se realizó en torno al año 1557, ya que la tabla original se perdió. En ella, podemos observar diferentes trepanaciones en lo que parecer ser un hospicio o un manicomio.
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La extracción de la piedra de la locura, ca. 1557 |
Habría que reseñar también la obra de
Quentin Massys,
Alegoría de la locura, que data de principios del siglo XVI, en el que podemos apreciar la siniestra protuberancia en la frente.
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An Allegory of Folly, ca. 1500 |
También
Pieter Huys contribuyó con su particular extracción de la piedra en esta obra de mediados del XVI. En este caso, un "cirujano" interviene en lo que parece ser su propia consulta, y en el que destaca un personaje que mira fijamente al espectador.
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A surgeon extracting the stone of folly, ca. 1545-1577 |
También en el siglo XVII siguió cultivándose el género, lo que indica que la charlatanería es un mal que nos viene de antiguo y que, a día de hoy, no podemos dar por zanjada. Adquiere otros nombres, pronuncia otros ritos, pero es más de lo mismo. Servirse de la humana hipocondría para sacar el malsano provecho económico. Así,
Bartholomeus Maton,
Pieter Jansz Quast,
Jan Steen o
Giacomo Francesco Cipper llamado "Il Todeschini" han dibujado (denunciado) la presencia de estos cirujanos nefastos que buscaban debajo del hueso una piedra, y en la piedra, la razón de la locura.
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Extraction of the Stone of Folly (Pieter Jansz Quast, ca. 1630) |
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De kwakzalver (Jan Steen, ca. 1650-1660) |
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La extracción de la piedra de la locura ("Il Todeschini" ca. 1700) |
Debajo del cráneo estaba la locura. Una piedra obstaculizaba el flujo normal de los pensamientos. Una calcificación inoportuna condenaba a los individuos. Un oportunismo depravado, el de la medicina charlatana y primitiva, protagonizaba su carnicero chamanismo.
Pero la locura se defiende tras la coraza del cráneo. El hueso macabro, el de la piratería, el de la maldad sanguinaria o el de la reflexión más profunda. Por hoy, acabo con los estudios anatómicos del cráneo que Leonardo realizó en torno al 1489.
Puff, seguro que dentro de 100 años diran que nuestras técnicas eran de verdaderos barbaros.
ResponderEliminarHabía visto el cuadro ya en un libro que trataba el arte desde la perspectiva en la que se documenta artísticamente intervenciones médicas. Un saludo!!
ResponderEliminarEs curioso pero es tan importante como el corazón o más pues la muerte cerebral es la muerte en si,debajo del cráneo estaba la locura y sigue estando es muy poderoso
ResponderEliminarEnganchada a este blog
ResponderEliminarNi ha habido ni habrá otro como Leonardo.
ResponderEliminarLa piedra de la locura... cuantas muertes habría en su nombre.
Hay una cosa que siempre me ha llamado la atención (y no para bien) como es la frenología. Si te tocaba un tipo de cabeza rara, estabas bien jodido.
Saludos.
Parece mentira que a partir de esos chamanes carniceros hayamos llegado a tener médicos, el origen de la ciencia es todo un misterio, no sabían que estaban haciendo pero al documentar sus aberrantes actividades fueron dejando pautas que con el advenimiento del método científico nos acercaron a la medicina de hoy.
ResponderEliminarExtraordinaria tu publicación, Enrique. Como imaginaras, este tema me toca muy de cerca. Excelentes conclusiones y una muy buena elección de cuadros y conclusiones. Un saludo.
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