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En este vaso de absenta de Picasso (1914), se
puede ver la cucharilla con el terrón de azúcar. |
Sabido es que los artistas han encontrado (o creído encontrar) en los efectos alucinógenos de ciertas bebidas y drogas la musa de su inspiración. Ha ocurrido desde siempre, me imagino que seguirá ocurriendo... Y eso a pesar de la noble (se puede debatir el adjetivo) recomendación de los gobiernos de que su consumo es pernicioso para la salud.
Así que me he acordado, en estas fechas en que estamos, más receptivos que en otras a la ingesta abusiva de alcohol, de una bebida célebre en otros tiempos como fue la absenta (también llamada ajenjo). Célebre, pero también letal (por su alto contenido en tujona, una cetona tóxica que produce daños hepáticos y cerebrales y que, a elevadas dosis, resulta mortal). Tanto es así que en Francia, país que ayudó como ninguno a su internacionalización debido a los ambientes bohemios entre los que se popularizó, prohibió su producción en 1915.
En realidad, se trata de una bebida de fuerte graduación que combina los extractos de tres plantas, principalmente: el ajenjo (artemisia absinthium), hojas de anís y de hinojo. Solía servirs con una cucharilla perforada en la que se ponía un terrón de azúcar, que se disolvía lentamente al añadirle agua fría. Por lo general, el licor resultante era de color verde, de ahí que fuera conocido como "la fée verte" (hada verde), aunque al añadirle agua adquiría tonalidades más lechosas y turbias.
Queda claro el significado del siguiente cuadro del checo Viktor Oliva, con una musa inspiradora del artista, pero que también lo atormenta:
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Piják absintu (1901) |
Por cierto, esta obra la podemos ver en el famoso
Café Slavia de Praga:
El ajenjo está también en los ojos apagados de los retratados, en sus miradas esquivas, en los rostros enervados por el prolongado consumo, en las muecas retorcidas, está en un vaso sobre una mesa aislada o en una botella ya vacía que rueda por el suelo... Pero también está en la mirada enfebrecida del artista, en su ensoñación creadora aunque turbulenta, en el trago homicida pero redentor. Juzgad vosotros qué sesgo trataron de imprimir en sus retratados estos bebedores de absenta, Picasso, Manet, Degas, Toulouse-Lautrec, Gauguin, Van Gogh, Munch... Cuánto hay de reproche, cuánto de exaltación, en la bebida que muestra algo terrible y verdadero más allá de la alucinación, mediante un sacrificio que el artista, no obstante, está dispuesto a hacer con tal de verlo.
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E. Munch, Absinthe Drinkers (1890) |
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Paul Gauguin, Café de Nuit, Arles (1888) |
En:
Arte
Muy interesante esta entrada sobre la absenta. Recuerdo haber sucumbido de joven al mito y haberla probado...una vez, porque de la borrachera, y la consiguiente resaca horrorosa que pillé, me quité definitivamente. Primera y última.
ResponderEliminarMe gusta mucho el cuadro de Viktor Oliva, que ya conocía, así como el retrato de Van Gogh gracias a Toulouse Lautrec, pero me han encantado los demás que desconocía por completo, todo un descubrimiento, gracias. Y, por si no tengo ocasión, ¡¡¡FELIZ AÑO!!!
¿Sólo probarla? Hombre, más de un trago habría, ¿no?
EliminarHabía otros cuadros (no incluidos aquí) que también me gustaban mucho, pero lo dejaremos para una futura entrada (de esas que prometo y no cumplo). A mí me gusta especialmente el de Degas, y uno de Picasso que no he puesto.
Interesantísimo... Yo no sé mucho de poesía francesa, y recuerdo que hablando de Baudelaire, un amigo comentaba que era "la poesía francesa de la absenta", así que me pusieron en antecedentes... Me ha gustado especialmente el cuadro de E. Munch. Un cordial saludo y Feliz Año.
ResponderEliminarGracias, Esther. Me temo que Baudelaire también era muy aficionado a los paraísos artificiales, donde la absenta y el opio hacían de arriesgadas catapultas ;)
EliminarHermoso recuento, Enrique. He disfrutado cada imagen, en gran parte desconocidas. Tampoco sabía que el ajenjo había sido un tema recurrente en el trabajo de esos artistas. Feliz año, querido!!!! Cargado de todo lo bueno que en él desees. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarCombinaron la degustación con la recurrencia al tema, me parece.
EliminarFeliz año, María Eugenia ;)
No he probado la absenta, pero tengo entendido que la original era bastante alucinógena, y supongo que ahí está el tema: artistas tan notorios como los que traes buscaron en ella una musa o quizá sea su adicción a la misma??
ResponderEliminarEn cualquier caso el resultado son unas obras artísticas enmarcadas en un escenario de desahogo personal de quien la consume.
Me gusta sobretodo el bodegón de Van Gogh.
Feliz Año!!
Sí, esa alucinación llevaba a muchos a la autodestrucción. Se dice que Van Gogh se cortó la oreja en una de esas cogorzas alucionógenas; de Toulouse-Lautrec ya sabemos también su triste historia...
EliminarPues no sabía que Picasso la consumiera..Me sorprende y me entristece saber que esta adicción tuviese algo que ver con su genio..Gran entrada Enrique, muy buena información y hermosos cuadros de artistas enmarcados..Saludos y gracias
ResponderEliminarNo creo que la absenta (o cualquier alucinógeno) tuviera que ver con su genio. Más bien al contrario: el genio, al indagar, no deja ni un solo camino sin explorar. Y el de la alucinación es uno de ellos, peligroso sin duda, pero que algunos se aventuran a seguir.
EliminarMuy interesante publicación. Gracias Enrique.
ResponderEliminarBuen 2015 y saludos desde Francia.
Gracias a ti por la visita.
EliminarAdoro Francia ;)