Venus Anadiómena

Una de las representaciones pictóricas de Venus más conocida nos sitúa en el momento espectacular de su nacimiento.

Gea, diosa de la tierra, ha urdido un plan para derrocar a su esposo Urano, dios del cielo, quien impide a su esposa dar a luz sus numerosos hijos. Para ello, le da una hoz al más joven, Cronos, que espera el momento... Transcribo el texto de Hesíodo, en versión de Aurelio Pérez Jiménez:

Vino el poderoso Urano conduciendo la noche, se echó sobre la tierra ansioso de amor y se extendió por todas partes. El hijo, saliendo de su escondite, logró alcanzarle con la mano izquierda, empuñó con la derecha la prodigiosa hoz, enorme y de afilados dientes, y apresuradamente segó los genitales de su padre y luego los arrojó a la ventura por detrás. 

Fuente: Wikipedia
La mutilación de Urano, Cristofano Gherardi y Giorgio Vasari (ca. 1560)

No en vano escaparon aquéllos de su mano. Pues cuantas gotas de sangre salpicaron, todas las recogió Gea. Y al completarse un año, dio a luz a las poderosas Erinias, a los altos Gigantes de resplandecientes armas, que sostienen en su mano largas lanzas, y a las Ninfas que llaman Melias sobre la tierra ilimitada. En cuanto a los genitales, desde el preciso instante en que los cercenó con el acero y los arrojó lejos del continente en el tempestuoso ponto, fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella.

Primero navegó hacia la divina Citera y desde allí dirigió después a Chipre rodeada de corrientes. Salió del mar la augusta y bella diosa, y bajo sus delicados pies crecía la hierba en torno. Afrodita la llaman los dioses y hombres, porque nació en medio de la espuma, y también Citerea, porque se dirigió a Citera. Ciprogénea, porque nació en Chipre de muchas olas, [y Filomédea, porque surgió de los genitales].

Añadimos el sobrenombre de "anadiómena", que es como se conocen las representaciones de Venus surgiendo del mar, y que tienen su antecedente en la obra de Apeles, el famoso pintor de la Antigüedad. Este motivo fue recurrente en el mundo antiguo, y en los frescos de Pompeya podemos encontrar una buena muestra de ello.

Fresco, que probablemente fuera una copia del original de Apeles.
Casa de la Venus de la Concha, Pompeya

En realidad, estas copias debían abundar en el mundo antiguo, y su calidad artística no se basa en la originalidad sino en la técnica del copista. Como dice Marisa Ranieri Panetta, "Las copias de cuadros de artistas de renombre se consideraban de obligada y orgullosa exhibición, especialmente por parte de nuevos ricos sin un origen social elevado. Los nombres y las obras de los grandes pintores eran conocidos, lo mismo que los poemas homéricos y las comedias de Menandro." (Pompeya. Historia, vida y arte de la ciudad sepultada, 2004). La autora también recoge la anécdota de un grafiti (recogida en el CIL) que dice: "Si alguien no ha visto la Venus que pintó Apeles, que mire a mi chica: resplandece como ella". Si admitimos por tanto que se trata de una copia de Apeles, se deduce que ya en la época helenística se representaba a Afrodita sobre una concha, que le servía de embarcación (probablemente tras servirse de ella como matriz embrionaria). No he podido confirmar que este elemento provenga de alguna de las fuentes literarias habituales (no está en Hesíodo ni Homero, y tampoco en las recopilaciones mitológicas romanas de Apolodoro o Antonino Liberal). Así que, o la fuente es otra no recogida en los textos aunque sí transmitida por vía oral, o simplemente fue una licencia del artista que luego ha perdurado en la iconografía popular de la diosa, y así llegó hasta Botticelli, del que tratamos aquí. 

Así que, sin otras directrices, me remito a su simbolismo. Consultado Cirlot, podríamos asociar la concha a las aguas como fuente de fertilidad. También, como consecuencia de la necesidad que el caminante o peregrino sienten del agua (así en las alegorías medievales), de servirse de la concha para beber.

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