Jaromil Jireš (1935-2001) es uno de los principales representantes del movimiento conocido como la Nueva Ola Checoslovaca. Un movimiento de cineastas para los que el humor negro, surrealismo, crítica social, resistencia política y defensa de la libertad de expresión, podrían ser sus señas de identidad. Este cine tuvo un gran auge en la década de los 60, y se desarrolló a caballo entre la represión comunista y los aires de libertad de la Primavera de Praga.
La película que os traigo hoy, Valerie y su semana de las maravillas (Valerie a týden divu, 1970) es una película que no gustará a todos. O más bien: gustará a muy pocos. Será acusada de ambigua, aburrida, pretenciosa, desagradable, incomprensible, petulante, conjetural, provocativa.
Su componente provocativo, a decir verdad, es alto (pedofilia, incesto, lesbianismo...). Pensad, sobre todo, en el año y sitio de su estreno, tan sólo dos años después de la invasión de Checoslovaquia por parte de las tropas del Pacto de Varsovia. Pero también es alto su componente poético y transgresor del discurso narrativo. El montaje es puramente expresivo, y atenta contra la compresión de una trama que se mueve entre el simbolismo y la asociación de imágenes pura. Sin ser una película de género, se podría tratar de una película de terror (vampiros). Sin ser un drama familiar, las relaciones de parentesco de la protagonista, Valerie, con las personas que la rodean (padres, abuela, hermano) conforman la estructura psicológica del guión. Sin provocar la sonrisa, no renuncia a su carácter de comedia negra. Sin ser una película erótica, el componente sexual es desbordante en algunas escenas. Valerie, de 13 años de edad (la edad real de la actriz Jaroslava Schallerová) se enfrenta a su paso a la pubertad: la sangre de la menstruación será un leitmotiv a lo largo de todo el filme, y por analogía podríamos entender la sed de sangre vampírica en busca de la eterna juventud. En cualquier caso, mis interpretaciones sí se basan en conjeturas, y no pretenden ser una explicación más o menos coherente de la película.
Su componente provocativo, a decir verdad, es alto (pedofilia, incesto, lesbianismo...). Pensad, sobre todo, en el año y sitio de su estreno, tan sólo dos años después de la invasión de Checoslovaquia por parte de las tropas del Pacto de Varsovia. Pero también es alto su componente poético y transgresor del discurso narrativo. El montaje es puramente expresivo, y atenta contra la compresión de una trama que se mueve entre el simbolismo y la asociación de imágenes pura. Sin ser una película de género, se podría tratar de una película de terror (vampiros). Sin ser un drama familiar, las relaciones de parentesco de la protagonista, Valerie, con las personas que la rodean (padres, abuela, hermano) conforman la estructura psicológica del guión. Sin provocar la sonrisa, no renuncia a su carácter de comedia negra. Sin ser una película erótica, el componente sexual es desbordante en algunas escenas. Valerie, de 13 años de edad (la edad real de la actriz Jaroslava Schallerová) se enfrenta a su paso a la pubertad: la sangre de la menstruación será un leitmotiv a lo largo de todo el filme, y por analogía podríamos entender la sed de sangre vampírica en busca de la eterna juventud. En cualquier caso, mis interpretaciones sí se basan en conjeturas, y no pretenden ser una explicación más o menos coherente de la película.
Como la sangre, otros tantos elementos de la película se prestan a una explicación simbólica. Algunos, de tentadora (por fácil) interpretación (la flor manchada de sangre, la habitación blanca de Valerie, la comadreja -traducida en la película por mofeta-). Otros, de simbolismo menos claro: los pendientes, la herencia de la casa, los comediantes, los misioneros...
Perturbadora...
En: Cine, Películas
Coincido, la palabra que la define es Perturbadora. Tiene un aire enrarecido y viciado. Debo reconocer que muchos elementos simbólicos se me pasaron por alto y sólo los entendí después de haber buscado información por la red. Tengo que volver a verla.
ResponderEliminarEsta fue la crítica que hice en su día:
http://charly-hell.blogspot.com.es/2012/12/valerie-y-su-semana-de-las-maravillas.html
¡Qué bien que conozcas la película, Charly! Voy a ver esa crítica ahora mismo ;)
EliminarEy esta la he empezado un par de veces pero creo que no era el momento adecuado. Seguiré esperando.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente. Bueno, a ver si logras encontrar "su" momento, de verdad que merece la pena.
EliminarEsta no la vi. La apunto y ya te diré.
ResponderEliminarA la espera quedo, Marybel.
Eliminary dondé la puedo ver en español online ...o al menos con subtítulos o.o ?
ResponderEliminarYa he actualizado el link en el blog, estaba roto. Gracias por el aviso ;)
Eliminaryo ya la vi 2 o 3 veces y no me aburre jamas! y como dicen x ahí, es perturbanteee, cada vez q la veo me produce una sensación de extrañeza q perdura un rato mas aun ya terminada la película, me da la sensación de maldad en el ambiente, una rara y compleja felicidad por ejemplo en la escena donde esta Valerie con las jovencitas nadando en el estanque soleado , hay una parte que me da miedo donde salen los acróbatas q llegan al pueblo, dando saltos y volteretas, el vampiro me fascina, la habitación blanca de Valerie me agobia un poco, toda la película me causa un arrebato de melancolía, felicidad, extrañeza, tristeza...es única
ResponderEliminarUna película que, incluso semanas, meses, o años después, sigue produciendo imágenes en la memoria.
EliminarGracias por tu comentario.
hola donde la puedo ver en español digo subtitulos?
ResponderEliminarEl enlace que pongo en la entrada está activo. Te dirige a vk, donde la podrás disfrutar en versión original con subtítulos.
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