Hermenegildo (o Hermen) Anglada Camarasa (1871-1959) fue un pintor español nacido en Barcelona, que partió del modernismo simbolista hasta convertirse en uno de los principales representantes del postimpresionismo español.
He descubierto su obra gracias a mi reciente visita al Museo Thyssen de Málaga, cuya exposición temporal, Arabesco y seducción, se centraba en la fascinación que el artista sintió por la figura femenina, desde sus orígenes simbolistas (con un uso del color supeditado a la ornamentación y al lujo decadentista) hasta su tímida aproximación a las vanguardias en la técnica aunque no en el contenido, fruto de su exilio a Francia durante la Guerra Civil Española. Digamos que combina su adscripción a la Belle Époque con el desencanto de sus postrimerías.
Así, veremos en su obra la mezcla de lo suntuario con aspectos artificiales, como el uso del empaste denso de las figuras (esmaltismo) y coloración irreal, más típico del expresionismo. En su obra suelen diferenciarse las siguientes etapas:
Etapa catalana (hasta 1894), periodo de formación de la mano de Tomás Moragas primero y Modest Urgell después, de estilo naturalista, en el que encontramos la influencia probable del simbolismo de Gustave Moreau.
Salomé, ca. 1899 |
Etapa parisina (hasta 1914), en el que se aprecian dos fases. La primera en la que fue configurando rasgos personales a la luz de la vida artística de la ciudad, y de la que podemos destacar sus retratos de mujeres parisinas inmortalizadas bajo el tópico de femme fatale y las vistas nocturnas de la capital francesa.
Blanquita, 1902 |
Un viaje a Valencia en 1904 supondrá un nuevo giro en su obra, sustituyendo los ambientes nocturnos de París por el folclore popular mediterráneo. Seguirá viviendo en París hasta 1914, pero su carga cromática, la sensualidad, la textura de fondo sobre el que dibuja las figuras femeninas, más esbeltas y estáticas contrasta con la fase parisina anterior.
Desnudo bajo la parra, ca. 1909 |
Etapa mallorquina (1914-1936), que se caracteriza por pintar figuras femeninas de la alta sociedad sobre fondos florales, otorgando un gran peso a la fantasía y a lo onírico. Podríamos compararlo en este sentido con la obra de Gustav Klimt.
Duquesa de Dúrcal, 1922 |
Etapa del exilio (1936-1947), de nuevo en Francia, donde se dedicó a pintar fundamentalmente bodegones de flores. En 1947 regresó a Mallorca, y los pocos dibujos que realizó hasta su muerte, en 1959, fueron de índole paisajística principalmente.
Acantilado en Formentor, 1936 |
Para terminar, os he preparado esta presentación de su obra, con la figura femenina como hilo argumental y con música de Debussy (Arabesca nº1). Os recomiendo verla a pantalla completa para disfrutar de los detalles.
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Yo no entiendo nada de esto. A mı me parecen impresionantes y si están en el Carmen Thyssen será por algo,ni sabía de la existencia del pintor
ResponderEliminarPara mí también lo ha sido, amigo Freddy. Fui al Thyssen con la intención de ver la exposición permanente y me encontré con esto. Luego, ha sido cosa de indagar un poco y descubrirme ante el gran talento de este artista.
EliminarSaludos :)
Bueno Enrique, la etapa o etapas que más me han gustado ha sido a partir de la mallorquina. En cuanto a tu presentación, para variar, la podré ver cuando coja el PC, así que ya te diré algo cuando la vea. Un saludo!!
ResponderEliminarYo desde el móvil la puedo ver sin problema. Aunque lo suyo es verla desde el PC, para ver las obras a mayor tamaño.
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