jueves, 10 de enero de 2013

Lenguaje cinematográfico: y se hizo la luz

 

Voy a darle un empujoncito al proyecto sobre cine que, muy poquito a poco, voy esbozando. Hasta ahora he tratado los siguientes aspectos:
Otros aspectos, como el encuadre, ejemplo de planos, los torpes aunque inspirados inicios del trucaje, o técnicas como la del paso de manivela también han sido desarrollados a lo largo de la breve vida de este blog (los podéis consultar pinchando en la etiqueta Cine y pedagogía).

Pero faltaba aún un elemento importantísimo, como es el de la luz. Define por sí misma el estilo cinematográfico de muchos directores. Crea sombras, las intensifica o difumina, o bien las elimina. Otorga tridimensionalidad al plano (no me refiero al 3D, obviamente). Marca, por así decir, el acento en el palabra.

La luz en el cine se ha clasificado de muy diversas formas:

Según su fuente
- Natural. La luz ambiental es difícil de manejar, debido a la gran cantidad de matices que conlleva. Podemos acordarnos del documental de Erice El sol del membrillo (aquí aplicado a la pintura, pero viene al caso).
- Artificial. Más fácil de predecir y de manipular.

Según su calidad
- Dura o direccional. Es la proveniente de un solo punto o que incide  directamente.
- Suave. Ilumina toda la escena, difumina contornos y elimina las sombras.

Según su dirección
- Contraluz, proveniente de detrás del sujeto. Cuando ilumina parte del rostro se denomina perfilado (recibe el nombre de contraluz de 3/4). Si el contraluz se aplica a objetos recibe el nombre de contorno.
- Cenital, proveniente de arriba, en cascada perpendicular.
- Nadir, opuesta a la cenital, procede de abajo.

Según su función
- Principal. La que domina la escena.
- De relleno. Se aplica en zonas lejos de la influencia de la luz principal, con el objetivo de suavizar el contraste.
- Luz de ojos, para remarcar esa parte de la cara en momentos muy concretos. ¿Os acordáis del cartel de The Blair Witch Project?
- Luz de contra, desde atrás, para recortar el objeto.

Según su estilo
- Renacentista, basada en el principio de claridad. No hay luces direccionales. Se aplica una luz ambiente para realzar la figura.
- Realista. Luz abundante para conseguir emular una luz natural.
- Teatralizada. Efectos diversos de luz, de luces direccionales, encendidos y apagados bruscos, etc.
- Barroca. Lo que en pintura se entiende por claroscuro. Pensemos en el rostro de Bette Davis en La loba.
- Impresionista. Característica de la Nouvelle-Vague. Impone la gradación lumínica frente al contraste.
- Expresionista, donde lo importante es la carga psicológica de la escena, no su justificación realista.



En cualquier caso, y debido a la gran complejidad que puede presentar esto para el alumnado, es conveniente presentar este tema con "trazo grueso". Considero que es más importante motivar la reflexión sobre el efecto de la luz en ciertas escenas que elaborar una taxonomía de las mismas aplicadas a cierta película en cuestión. Captura del fotograma, y la cuestión: por qué aquí la luz enfoca este objeto más que a este otro, o por qué se utiliza una luz de fondo en esta escena, etc.

En: Cine

5 comentarios :

  1. Pues me acabo de hacer medio cursillo, me falta acabar el de los planos y el montaje. Bastante interesante . Seguiré mas adelante.
    Un saludo PTB

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    1. Dime cuándo terminas el cursillo y te paso los exámenes, jaja.

      Me alegra que te haya resultado de interés.

      Saludos, Mariano Waspy, y gracias por la visita.

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  2. Vaya, no esperaba un cursillo intensivo, pero me gustó, saludos!!

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    1. Este "cursillo" como le llamas vale también para la fotografía. Es más: es fotografía ;)

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    2. Sí Enrique, 100%. El otro día leía un artículo de fotografía relacionado con el dominio de la luz y venía a decir que dominando este elemento, la cámara de fotos es lo de menos.
      Saludos!!

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