Esta noche, sugiero un pequeño poema de Eugenio Montale. Aún cito de vez en cuando sus últimos versos.
No nos pidas la palabra
No nos pidas la palabra que escuadre en cada lado
nuestro ánimo informe, y con letras de fuego
lo manifieste y como un azafrán resplandezca
perdido en medio de un prado polvoriento.
¡Ah el hombre que se va seguro,
de los demás y de sí mismo amigo,
sin preocuparse de su sombra que la canícula
imprime sobre un desconchado muro!
No nos pidas la fórmula que otros mundos pueda abrirte,
sí alguna sílaba torcida y seca como una rama.
Eso sólo podemos hoy decirte,
lo que no somos, lo que no queremos.
En: Poesía
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