...por desgracia.
De nuevo el islamismo radical vuelve a ser noticia. El asesinato, en nombre de Alá, se ha cobrado la vida de doce personas.
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| "De Schreeuw", escultura del artista Jeroen Henneman, en memoria del director asesinado Theo van Gogh (Parque del Este, Ámsterdam). |
Es el cortometraje que pongo a continuación. Fue tachado de blasfemo y un musulmán radical decidió que por ello el director debía morir. Le disparó, derribándolo de la bicicleta en la que el director montaba para dirigirse a su trabajo; una vez en el suelo, le disparó a quemarropa ocho veces más; no contento con ello, lo apuñaló varias veces y terminó degollando el cuerpo. Dejó sobre el cadáver una carta, firmada en nombre de Alá, amenazando a la guionista con un final similar. A ella, y a unos cuantos dirigentes más.
Durante el juicio contra el asesino, éste declaró no sentirse arrepentido de nada, que volvería a hacerlo en caso de ser liberado y, dirigiéndose a la madre del director asesinado, añadió no sentir lástima por ella ya que en el fondo era una infiel.
Ocurrió, ha ocurrido varias veces. Se acumulan las víctimas de esta barbarie. Está ocurriendo hoy, está ocurriendo aquí (he estado en esas calles de París, he estado en la ciudad de Charleville-Mézières, en cuyos alrededores buscan a los asesinos huidos. Para mí eso es aquí).
Este hecho, sumado al asesinato del político Pim Fortuyn unos años antes (2002), ha hecho que los Países Bajos mantengan una de las políticas más estrictas contra la inmigración dentro del marco democrático establecido por la Unión Europea.
Y uno, ciudadano de a pie como yo, que vive en este mismo corazón de Europa que de vez en cuando es golpeado por el extremismo radical y fundamentalista del Islam, se debate entre un pensamiento liberal que quiere que la educación sea el arma; el diálogo, el único medio; el entendimiento, el único objetivo... y un pensamiento que teme que ciertos ideales sociales se están resquebrajando, que la libertad individual (también de prensa) está siendo amenazada, y que hay personas que están en este grupo social al que yo pertenezco, están siendo asesinadas.
En: Cortometrajes
Yo tambien me siento amenazado, siento que hay personas que quieren limitar mi LIBERTAD, cualquier tipo de Libertad. Los radicalismos siempre han sido malos en cualquiera de sus formas, parece mentira de que a pesar de ser mas evolucionados, tener mas herramientas y conocimiento que hace unas decadas, exista gente que se ha quedado anclada en el pasado, en el fanatismo de una realidad que no existe. Es una pena, pero personalmente seguire luchando a mi manera por la Libertad, en cualquiera de sus formas. No a la barbarie, no a la imposición de radicales, no a todo !!! yo soy libre, he nacido libre y seguiré siendo libre hasta el fin de mis días, pese a quien pese, dado que mi mente no podrá ser corrompida por gente sin cultura e insensata que intente meternos miedo. No Podrán. Un ciudadano del mundo
ResponderEliminarGracias, Enrique, por tu reflexión de esta lacra actual. No creo que con educación y diálogo se consiga a estas alturas detener el fanatismo religioso. Ya ha contaminado una parte fundamental de la integridad de las personas afines, cuando, sus ideologías han cortado de raíz cualquier objetividad y claridad. Cuando la religión se convierte en fundamento para la existencia, bajo el adoctrinamiento, anulando toda autonomía de pensamiento, el individuo ya no es nada, sólo un títere entre los hilos de su ego endiosado. Pero esto no es nuevo, ese empecinamiento por destruir al otro, al diferente, basado en el odio, bien sea por el color de la piel, ideas, desarrollo social, etc., ha sido "el pan de cada día" en nuestra historia de tierra. ¿Cuántos han muerto por ser negros, blancos, indígenas (y, actualmente); judíos, cristianos, moros; armenios, bosnios; hutus, tutsis ?...
ResponderEliminarPero este "terrorismo islámico", es algo mucho peor, creo, porque tiene el condicionante de "suicida", con lo cual, ¿qué argumento puede desistir o convencer de esta idea de terror, a una mente, cuyo ideal es morir inmolado por sus diós?.
Pero aún es más profundo que eso, y precisamente es de lo que trata el corto que nos regalas. Las mentes, cuando están es ese punto de convicción, de sus hechos y causas, ya no retroceden, ni creo que atiendan. El fanatismo es el peor de nuestros males sociales, porque es también, el que mayor sufrimiento ha causado y causa, y apenas se repara en ello, y no lo vemos. Ahora, Europa está amenazada, hay miedo. Pero este germen ya ha brotado, sería necesario arrancarlo de raíz... Yo siempre me he considerado pacifista, pero supongo que todo es cuestión de lo cerca que tengas el peligro... Las personas somos irracionales, éso por desgracia forma parte de nuestra genética, sino, dime, ¿cómo han surgido los imperio?. Las colonizaciones, las guerras, los genocidios..., que han sido, sino una muestra del lado bárbaro del hombre. Nos hemos educado mal, hemos educado mal. Este ser humano es un fracaso... Los pueblos están asentados en falsos ideales, religiones fanáticas, leyes aberrantes, doctrina de pura maldad... ¿Qué queremos, entonces? No hay país en el mundo que no tenga su lado terrorista de algún modo, de hecho, la industria armamentística es la que más ha crecido.
Para mí, es un problema piramidal, y ahora, sería bueno que todos los gobiernos se unieran en favor de un bien común, reeducarnos en respetar y ser respetados. Derribar esa falsa torre y dedicarnos a vivir y dejar vivir. Pero vivimos en connivencia con tantas cosas malas, que no hay por donde empezar... En verdad hay amor y personas que lo practican en el mundo, pero lo que más circula es el odio infundado al diferente, a lo diferente, y por sistema, tristemente así es.
Coincido contigo Enrique. Y aunque no conozca París, ni la revista. Desprecio igual ese actos y todos los que en nombre de algo que nisiquiera es tangible sesga la vida de otros y decapita la libertad de expresión. No puedo entender esa barbarie.
ResponderEliminarEl panorama social y político ahora es tremendo. Si te digo la verdad, a mi esto me huele a que va a haber efecto "imitación" por parte de cuatro iluminados para quien estos hijos de puta son mártires. Espero equivocarme. También espero equivocarme en el abrupto ascenso que van a tener partidos extremistas como el alemán Pegida o Le Pen en Francia. Esto no pinta bien.
ResponderEliminarNo voy a decir todo lo que pienso aquí porque no es políticamente correcto.
Un saludo.
Pd. Si, la OMS recomienda Capra cada cierto tiempo. Pero como lo mío es grave, mi doctor de cabecera me prescribe muy a menudo Wilder en vena. Y le hago caso ;)
Como el ibuprofeno y el paracetamol. Los puedes tomar de forma intercalada ;)
EliminarVa siendo hora de dejarse de tonterias y de ser políticamente correcto. Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre y no camuflarlas en un "buen rolo para todos". Esto es terrorismo, y del peor que hay ya que estos indeseables mueren matando. Lo mas urgente es decidirse de una puñetera vez a hacer una ley específica contra el terrorismo, fuerte y dura. Dejarse de chorradas de derechos humanos y otras tonterías que no sirven para estos desgraciados. Tanto en medios de persecución e investigación como en leyes para enjuiciarlos estamos (todos los países europeos) muy lejos de poder contrarrestar el crecimiento del terrorismo porque tienen mas derechos que nadie, encima que no reconocen el mas elemental que es el derecho a la vida. Cadena perpetua como mínimo. Tolerancia cero.
ResponderEliminarSaludos
Me pregunto ¿Cómo se construye un fanático? No es un tipo humano que nace así, uno se hace fanático. A nuestros políticos hay que pedirles que hagan su trabajo, parte puede ser revisar las políticas migratorias, pero no creo que eso sea lo más importante ni lo único. También hay que vigilar la propagación de interpretaciones fundamentalistas del islam (hay que recordar que no todos los musulmanes suscriben estas interpretaciones, como todos los judíos no son ultraortodoxos, ni los católicos son todos fans del obispo de Alcalá), hay que promover políticas de igualdad e integración efectivas, no sólo para quedar bien, y hay que perseguir con la ley en la mano a todos los que cultiven la intolerancia y propaguen el odio, sean islamistas o sean fascistas o sean anarquistas, etc, lo importante no es la ideología, sino la divisoria tolerancia-intolerancia.
ResponderEliminarEs un momento difícil, pero no es la primera vez que la sociedad abierta se enfrenta a sus enemigos y hasta ahora siempre ha salido victoriosa y creo que la razón es que la sociedad abierta es más fuerte, justamente porque permite la crítica, la discusión, los derechos, ése es el tipo de sociedad que defendemos, si por defenderla nos dejamos llevar por el pánico le hacemos un flaco servicio.
Un saludo
Gracias a todos por vuestros comentarios. No sé si ha quedado clara que mi postura no es la de criminalizar el islam, ni olvidarme de que los asesinos de París son simplemente eso: asesinos. Pero asesinos que han matado en nombre de una religión, aquí está el tema. Una religión cuyos fieles son nuestros vecinos, y con los que en una sociedad abierta (aunque cada vez más recelosa de la diferencia) como la nuestra, basada en los principios de respeto mutuo, no debería haber ningún tipo de problema.
ResponderEliminarPero los hay, los está habiendo. Claro que hay radicales en todas las religiones, y sin duda, es tarea de los estados controlarlos y neutralizarlos. Y tampoco podemos fijarnos solamente en lo que ocurre en París, mientras que en Nigeria por ejemplo se vive una situación de horror ante las incursiones armadas de Boko Haram contra los propios musulmanes. Ayer fueron dos mil muertos, si mal no leí, y que este mismo grupo radical haya utilizado a niñas de diez años para servir de bombas humanas en un mercado.
Esto es lo que está ocurriendo. Por supuesto que el que toma la decisión de matar, aquí en Europa, es un individuo, y como tal hay que juzgarlo. Pero en el mundo, estos individuos actúan conforme a una unidad. Su carácter rizomático es lo que me preocupa, la sensación de que no hay una raíz que al cortarla, haga desaparecer definitivamente el terrible brote.