Cuando hablamos de "principio", debemos entender lo que está primero, aunque también la base, la causa o la norma que explica lo siguiente. Así que puede que no sea muy afortunado referirse a la fotografía como principio de lo pictórico en Degas. O tal vez sí.
Al menos, y así lo dejamos de momento, podemos hablar de una triple marca de lo fotográfico en su pintura:
- Se sirvió de la fotografía como herramienta para la elaboración de sus cuadros.
- La empleó como un arte en sí mismo, una faceta poco conocida del pintor-escultor-fotógrafo.
- Definió su estilo pictórico.
Edgar Degas nació en 1834; la fotografía (tiene muchas partidas de nacimiento, pero nos quedaremos con la fecha de la primera
fotografía permanente de
Niépce) en 1826. Y el daguerrotipo, en 1837. Son de la misma nacionalidad y, prácticamente, de la misma quinta.
La aparición de la fotografía supondría, para el mundo de la pintura, un auténtico revulsivo. Iba a poner en jaque al realismo pictórico, especialmente al retrato (tanto es así que muchos pintores retratistas tuvieron que dejar la pintura para hacerse fotógrafos:
Disdéri, o incluso el propio
Nadar, entre otros). Un jaque que obligaría a la pintura a reinventarse, a buscar nuevas formas de expresión.
La posición adinerada de la familia de
Degas le permitió acudir a la Academia y recibir una sólida formación como pintor realista. A pesar de su vinculación al movimiento impresionista, su pintura resulta del todo atípica: lejos de los preceptos de la
Escuela de Barbizon, mostró una mayor predilección por la anatomía humana y por la luz artificial en vez de la pintura
au plein air (aunque precisamente la selección de obras que traigo al final de esta entrada lo contradicen); se interesó más por la captación del movimiento que por la impresión de la luz sobre los objetos; en su pintura predomina el dibujo sobre las manchas de color. Sin embargo, su atracción por las estampas japonesas, el uso de la pintura al pastel y el gusto por los temas urbanos, lo suscriben dentro de los intereses del movimiento. Eso, y la clarísima influencia del nuevo arte fotográfico.
El interés de
Degas por la fotografía se debe, en gran parte, a las investigaciones de
Eadweard Muybridge (1830-1904). En
esta página podemos recrearnos con algunos de sus trabajos; Google
® nos regaló además este
fantástico doodle con motivo del 182 aniversario de su nacimiento. Aunque la fotografía que ahora nos interesa es la conocida como
Sallie Gardner at a gallop ("Sallie Gardner" es el nombre de un caballo de carreras). La
animación (pinchad el enlace para verla) consistía en una serie de 12 fotogramas para ser reproducidos en un
zoopraxiscopio. Este invento y la reproducción del caballo en movimiento nos sitúa, por lo tanto, ante uno de los primeros hitos del cine. Estamos en el año 1878. Una década más tarde, la
primera película de
Louis Le Prince. En 1890, los
hermanos Lumière inventan el cinematógrafo...
En realidad, el proyecto del caballo galopando no tenía ninguna pretensión "cinematográfica". Se trataba, más bien, de un experimento fotográfico que buscaba resolver una discusión un tanto bizantina entre dos aficionados a la hípica. Estos argumentaban, a favor o en contra, que el caballo al galope apoyaba siempre alguno de sus cascos sobre la tierra o que, por el contrario, había algún instante en que se el caballo se mantenía en el aire. Algo que, a simple vista, era muy difícil demostrar. Así que
Muybridge fue el encargado de resolver la discusión tomando diversas instantáneas de un caballo galopando. El primer experimento (en 1872) no fue satisfactorio, pues el procedimiento empleado (
colodión húmedo), necesitaba algunos segundos para obtener un buen resultado. Un año más tarde retomó el proyecto y obtuvo mejores resultados (que demostraban que, efectivamente, durante un breve instante el caballo se suspendía en el aire durante su carrera).
Ignoro si la atracción de la animación fotográfica de
Muybridge encandiló a
Degas por la intención de captar el movimiento o simplemente por tratarse de fotografías de caballos. O por ambas cosas. Conocida es la especial admiración que el pintor francés profesaba por el mundo de la hípica, siguiendo una tradición que surgió en Inglaterra a finales del XVIII. La impronta del fotógrafo sobre el pintor es muy clara en sus estudios sobre la anatomía del caballo, he aquí algunos ejemplos (en la columna de la izquierda están los estudios de
Degas, en la columna de la derecha las fotografías de
Muybridge que considero pudieron influenciar dichos estudios pictóricos):
No me olvido de los estudios de jockeys, que pintó de forma igualmente obsesiva. Tantos que nos hace suponer que Degas podría ser un espléndido jinete, algo bastante alejado de la realidad. De la misma forma que sus cuadros de bailarinas no le convierten en un buen bailarín.
Para terminar esta primera entrada (de unas cuantas que tengo programadas sobre
Degas), os dejo con una selección de obras donde los caballos son protagonistas. Queda ya muy claro que dichas composiciones beben de la tradición, como hemos apuntado, pero también del nuevo arte fotográfico, basándose en un principio tan alejado de los intereses del impresionismo como el de dar sustento al realismo del dibujo. Veremos en
Degas, más que en cualquier otro contemporáneo suyo, efectos fotográficos tales como el encuadre accidental, la descentralización del tema principal del cuadro que a veces aparece incluso cortado, composiciones asimétricas, efectos de contraluz, etc.
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Course de gentlemen, avant le départ, 1862 |
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Le défilé, también conocido como Chevaux de courses devant les tribunes (1866-68) |
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Sortie de pesage, 1866 |
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Chevaux de courses à Longchamp, 1871-1874 |
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Aux courses en province, 1872 |
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Jockeys avant la course, 1879 |
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Avant la course, ca. 1882-1884 |
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Chevaux de course, 1885-1888 |
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Cavaliers sous la pluie, 1886 |
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Jockeys, c. 1900 |
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Chevaux de course dans un paysage, 1894 |
En:
Arte,
Cine
Sencillamente hermoso, me encanta el movimiento impresionista, pero Degas no me es cercano. Admiro su búsqueda de perfección al trabajar las formas de los caballos. Gracias por esta primera entrega. La disfruté mucho. Saludos
ResponderEliminarEs un impresionista altamente atípico, en cualquier caso.
EliminarSaludos ;)
No sabia que Degas andaba fascinado por el mundo de los caballos.Recuerdo haber visto obras suyas por la National Gallery y en la Tate de Londres, pero no es un pintor que se me quedaran grabadas sus obras en la retina. Me ha parecido muy interesante saber mas sobre el impresionismo, y como estaba influenciado por la fotografía. Un saludo
ResponderEliminarSon más conocidas sus series de bailarinas, sin duda, pero la de los caballos no le va a la zaga. La fotografía no sólo influenció a Degas, aunque en él es muy patente. Gauguin o Van Gogh también tuvieron una gran influencia fotográfica en sus pinturas, y creo que, a partir de ellos, cualquier pintor "realista".
EliminarSaludos ;)
Pues tampoco sabia eso de Van Gogh !!! para mí, uno de los mayores genios de la pintura... :)
EliminarMe asomo a tu ventana y disfruto. Me has presentado a Degas, espero ir conociéndolo en tus entradas. Gracias.
ResponderEliminarMe alegro de verte de nuevo en activo, Sandra. Gracias por tu visita ;)
EliminarCreía que ya te había dejado comentario en este post. Bueno, no pasa nada, lo he vuelto a visitar porque me ha gustado bastante. La imagen de un caballo siempre me alegra, no sé por qué. La comparativa del principio entre Muybridge y Degas es fantástica. Una presentación ecuestre encantadora Enrique. Leíada y disfrutada, saludos!!
ResponderEliminarExcelente entrada ésta sobre Degas, un autor por otra parte no demasiado bien comprendido; se le junta con los impresionistas con los que comparte algunas características e inquietudes, pero eso tiende más bien a encubrir que a desvelar su verdadera personalidad como pintor. A mi en particular siempre me han fascinado sus pasteles y algunos de los de caballos son de los mejores. Coincido contigo en que presenta muchas coincidencias con la fotografía como el encuadre accidental, la descentralización del tema principal, el tema cortado, etc, que son muy novedosos y en los que no se repara lo que se debiera.
ResponderEliminarGracias por las interconexiones y por recordarnos a un grandísimo artista como Degas. Un saludo ;-)
Degas es uno de los grandes, no me cabe ninguna duda. Curioso que, a pesar de pertenecer al movimiento impresionista desde su origen, desarrollara un estilo tan característico y, en ocasiones, contraria a la tendencia de los demás integrantes. Monet, en este sentido, sería su antípoda.
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