Una breve visita a Maupassant

No sólo de impresionistas vive el hombre. Así que otra pequeña escapada (apenas diez kilómetros) que hicimos fue al Château de Miromesnil. No entramos al castillo (era una visita guiada, así que con niños aquello podía ser una tortura), aunque sí disfrutamos mucho de los jardines, su espléndido huerto y los bosques de hayas que lo rodean. En este caso, esta visita tenía un contrapunto literario, pues aquel sitio, reconocido Monumento Histórico en 1945, fue el lugar de nacimiento del escritor Guy de Maupassant (1850 - 1893). Aquí permaneció hasta la edad de tres años.

Busto de Maupassant, en los jardines de la fachada norte, con su monumental estilo Luis XIII

Como ya he dicho en alguna ocasión, no tengo alma de fotógrafo y no recojo muchas instantáneas de los lugares que visito. Apenas hice unas pocas a la llegada, y luego no presté atención en sacar fotos que pudiera publicar aquí (no me gusta publicar fotos personales, y mucho menos con niños). Así que os dejo esta pequeñísima muestra del lugar tomada de Internet y os invito, especialmente, a un par de lecturas, objetivo principal de esta entrada. La primera de ellas, obligada, es Le rendez-vous, donde aparece la referencia a Miromesnil (en realidad, una calle parisina).

La segunda historia (que me encanta) nos traslada a Normandía: Pierrot (pinchad el enlace y se abrirá el relato en una página nueva) nos sitúa en una zona rural. La pluma de Maupassant retrata a una de sus vecinas y al perro infeliz cuyos ladridos seguirán resonando en vuestros oídos al terminar de leer el cuento.

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