Pocos autores me han sorprendido más en mi vida que Hans Memling (1430-1494). Fue en Brujas, y aunque mi memoria es esquiva, retiene la impronta de aquellas pinturas de pequeño formato y pincelada precisa, con un colorido que me resultó sorprendente, a pesar de arrastrar una temática profundamente medieval.
La obra que traigo aquí no he tenido la suerte de presenciarla directamente (está en el Musée des Beaux-Arts de Estrasburgo). Se trata de un políptico, constituido por tres paneles de 20 x 13 cm. cada uno, aunque en la actualidad se encuentran separados. La tabla central, que es la más conocida, representa una vanidad: muestra una mujer desnuda mirándose a un espejo. El contenido erótico de este panel viene reforzado por la presencia de un perro grifón (que simboliza el amor físico o el matrimonio), dos galgos y por "vestir" con sandalias a la joven, en quien algunos críticos ven reminiscencias de Eva o Betsabé. Esta mujer que induce al pecado, por ello, se sitúa entre otros paneles de enorme carga moralizante: la muerte y el diablo, que lleva el lema "En el infierno no existe la redención". De ahí que el autor contraponga los paneles opuestos con un Cristo como Salvator Mundi acompañado de un coro de ángeles músicos, un texto extraído del Libro de Job sobre la resurrección del alma ilustrado por una calavera, y el escudo de armas de la familia boloñesa Loiani, que encargó la obra a Memling.
Además de ser una obra inusual en la producción de Memling, se trata de una obra excepcional al menos por otros dos motivos:
- Por su erotismo. Se trata del único ejemplo de su época, al menos del que se tienen noticias, en la que se muestran los genitales femeninos.
- Por tratarse de una vanitas, un tema alegórico que no iba a popularizarse hasta el siglo XVI.
En: Arte
Qué decirte, esto es una maravilla... Gracias por publicar cosas tan excepcionales.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a ti por la visita. Me alegro mucho que te resulte de interés ;)
Eliminaruna gozada como siempre Enrique!
ResponderEliminarGracias, Javier ;)
EliminarEstoy más acostumbrada a ver los trípticos con escenas de carácter religioso, pero esta es interesante.
ResponderEliminarBueno, el tríptico es muy religioso en realidad. Me imagino que te refieres a que no se recrea tanto en vírgenes o santos, ¿no?
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