Vamos a concentrar nuestras reflexiones en el mal y en sus personificaciones. Hoy, de la mano del pintor holandés Pieter van Laer, conocido il bamboccio (que podríamos traducir como "monigote" o "fantoche", término que apelaba a su deformidad física). Nacido en Haarlem en 1599, se instaló en Roma en 1625 donde encontró el éxito. Influenciado por Caravaggio en la forma aunque fiel a los motivos flamencos, sus pinturas tienen un gran dominio del dibujo. Volvió a Holanda en 1639, tras haber cosechado un considerable éxito en Italia. Murió en torno al año 1642.
Autorretrato, ca. 1630 |
Se trata de un autorretrato en el que el pintor se ve a sí mismo como un alquimista que acaba de realizar sus conjuros. La figura del diablo se encuentra fuera del encuadre, únicamente unas terribles garras asoman a la derecha y causan el espanto del alquimista. Sobre el rescoldo, una calavera aún humeante ha servido como recipiente para las pócimas. Una vela apagada, símbolo del tiempo que se acaba. Libros de alquimia en los que se puede apreciar un corazón con una daga clavada (¿un hechizo de amor truncado?). En la partitura que vemos en primer plano, un canon a tres voces, con la firma del autor, y un lema que dice: "El diablo no bromea". El resto, algo ilegible, parece añadir: "no le gustan los juegos".
CATEGORÍAS: Arte, Pintura
Muy buen cuadro y muy ilustrativas las explicaciones.
ResponderEliminarSaludos.
Que chulo. Me gusta y sorprende porque la mayoría de los cuadros son estáticos y aunque se pinte alguna acción al menos a mi me da la sensación.de tiempo parado. Aquí sin embargo veo el movimiento, el miedo, el acercamiento del demonio y la posible huida del autor. Una cosa que veo rara son las manos del diablo,la de arriba, por la.posición.del.pulgar se he que es la izquierda pero la de abajo no se distingue el pulgar para saber que mano es.
ResponderEliminarYo estoy con Juan esas manos del diablo son algo que impresiona, es increíble como sutilmente lo describe de una manera tan rotunda ,el cuadro es una verdadera obra, yo no entiendo nada de esto pero es la sensación que tengo
EliminarY también me da la sensación de que el hombre que aparece no ha sido bueno en la vida, o quizás al contrario lo ha sido demasiado y por eso la presencia del mal representada en forma de diablo
ResponderEliminarA mi me llama la atención la expresividad del rostro y el uso de tonos tan oscuros. La iluminación sin duda juega un papel importante en el cuadro.
ResponderEliminarLo que echo en falta es algún reloj...
Las garras me recuerdan a las pelis de miedo en las que cuando el prota se quedaba dormido, el sueño (pesadilla) se volvía real. No recuerdo el título de esa serie de peliculas porque no me gustan, pero algo he visto, aunque hace mucho.
Un saludo!!
Bueno, aquí va mi interpretación. Ayer no estaba fresco para escribir nada.
ResponderEliminarComo ya se dice en el artículo, la deformidad física del pintor era bien conocida, hasta el punto de ser apelado como "il bamboccio" (el fantoche, el monigote). Me imagino que para el amor correspondido tampoco lo tendría fácil.
Por ello, prueba a hacerle trampas a la naturaleza y decide hacer una pación de amor. El corazón del libro nos da una pista de ello. Y bien sabido que los ungüentos amorosos estaban muy de modo en aquellos tiempos.
Sin embargo, el mensaje podría ser, con un gran sentido de la ironía: "la naturaleza no se deja engañar", o como pone en la partitura, "el diablo no bromea, no le gustan los juegos". Es por eso que lo invocado no sea precisamente el espíritu del amor, sino el propio diablo que viene a rendirle cuentas, por tramposo.
Espero que os satisfaga esta interpretación.
Ahí va mi interpretación:
ResponderEliminarEl autor es deforme por alguna jugarreta del diablo. Ante un amor no correspondido hace la conjura para deshacer la obra de éste y volverse atractivo pero en ese momento aparece en escena para impedirlo.
Conclusión, el autor nos dice que ha hecho lo imposible por dejar de ser deforme pero el diablo así lo ha querido.
Perdona, se me había escapado este comentario.
EliminarGracias por añadir una mirada más sobre este cuadro.
Muy interesante! No conocía esta obra. Gracias por compartirla. Una interpretación creo que muy acertada también. Un saludo
ResponderEliminarGracias, Tomás.
EliminarTu visita y comentario son muy bienvenidos.
¿Alguien tiene idea de cómo suena las 3 voces de la partitura? Le pediré a mi hermano que lo transcriba, ya que se especializa en esto, en partituras antiguas. Saludos.
ResponderEliminarPues la parte final de la partitura permanece ilegible (hasta el si lo veo claro, a partir de ahí no). Lo demás, pues lo típico del canon. Se reproduce la misma melodía (con variaciones que dependerían del intérprete). Tampoco indica el número de compases, por lo que la entrada de la segunda y tercera voz puede ser que tenga que ver con el símbolo que aparece en el la blanca.
EliminarSi es una partitura original o existente, lo desconozco. Tampoco indagué más en este sentido, lo siento.
Saludos ;)