Antonio Berni (1905-1981) fue un pintor argentino que se caracteriza por el compromiso social de su obra. A lo que sin duda contribuyeron algunos hechos históricos: el gobierno militar de Uriburu, en Argentina (1930), que dio comienzo a la llamada "década infame"; crisis económica del 29 en Estados Unidos y Europa; auge del fascismo en su país; instauración del nazismo en Alemania y la 2ª Guerra Mundial; etc.
En el año 34 ya se había distanciado un poco de las máximas surrealistas que alentaron su obra años antes y adoptó un marcado cariz social. De este año es el cuadro que os traigo hoy, Desocupados. Son "durmientes", quienes visitan este sitio cada vez que me salto el lema del nulla dies. Pero su sueño es bien distinto al de otras veces. Es un sueño sin descanso. El que propicia el hastío. El de la gente sin trabajo que, tal vez, tampoco tenga un techo que la cobije. El sueño de las horas de calor, del sol mortecino e hiriente. El sueño de la falta de esperanza. Eran entonces los años 30... ¿y ahora?
Esta obra acompaña, por temática, estilo y año, a la más célebre Manifestación (1934). Digamos que el sueño de la primera es la realidad de la segunda.
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Enrique, en esta ocasión me gusta más el tema que trata que "los figurones" que ha pintado. Lo siento, es cuestión de gustos. Me recuerdan un poco a las figuras que hacen los falleros valencianos. Un saludo!!
ResponderEliminarNada que sentir. Tal vez esté un poco de acuerdo contigo. Tira más el tema que la técnica. En cualquier caso, prefiero la otra obra citada, Manifestación.
Eliminar"PAN Y TRABAJO".....a mí también.
ResponderEliminarYo no entiendo mucho sobre arte y menos de pintura pero me pasa algo parecido a Sonia, no niego la capacidad de Berni como dibujante pero sus obras me recuerdan a graffitis o caricatura. Lo mismo me sucede con Medina Campos y sus trabajos costumbristas.
ResponderEliminarEntre las dos... Desde ya la Manifestación.
Un abrazo.
No había oido nada sobre este pintor. Me gusta el cuadro de la manifestación, con esos rostros que parecen deformados por una lente, esa expresividad un poco caricaturesca y al mismo tiempo doliente, seria. Seguimos sin salir, esos tiempos se parecen tanto a los años 30 que da miedo, dicen que ya salimos, pero esto está igual.
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