Somos libros. Estamos hechos de ellos, somos su concepto más amplio. Somos el mito homérico, somos el método cartesiano, somos la reforma y la contrarreforma, somos el cuento infantil que contamos a nuestros hijos, somos el diario secreto que a viva voz soñamos, somos el poema y la prosa. Nuestra sangre es su tinta, nuestro olor el de sus páginas envejeciendo... y en el arte de leer y escribir, somos su rejuvenecimiento.
Hacía un tiempo que no aparecían por aquí. Así que hoy, por partida doble.
Se trata del cortometraje animado The fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (William Joyce y Brandon Oldenburg) que recibió el Oscar al mejor corto animado en 2011. Todo un canto de amor al libro: un lector, personaje inspirado en Buster Keaton, es sorprendido por un huracán (al estar ambientado en el barrio francés de Nueva Orleans, son claras las referencias a Katrina). Más claras serán las referencias al mago de Oz a partir de aquí. El camino de ladrillos de oro es ahora de páginas arrancadas de libros, que conducen al señor Morris Lessmore al origen de la magia, una biblioteca. Impecable realización que combina animación por ordenador y dibujo a mano.
La segunda referencia es pictórica. Resume bien la idea del primer párrafo.
El bibliotecario (G. Arcimboldo, 1566) |
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El corto es genial. Me encanta sobre todo la parte en la que se sumula el papel del restaurador. Me parece muy adecuado el tratamiento y lleno de connotaciones. Como se pasa del blanco y negro al color al descubrir el contenido de los libros... en fin, una maravilla.
ResponderEliminarEn cuanto a la pintura, es muy representativa, aunque no sólo somos la suma de libros, sino también de pensamientos, de experiencias... de muchas cosas. Un saludo.
Perdona por . Parte de una idea, tal vez exagerada, de que toda experiencia es un acto cognoscitivo, y por lo tanto, tiene una base lingüística. Digamos que la estructura de cualquier acción humana es lingüística, y por lo tanto, "traducible" en términos humanos. Algún filósofo además añadiría que todo acto que no puede ser pensado ni siquiera existe.
Eliminaraggg....quería decir simula...jeje Eso me pasa por no releer lo que escribo... ;D
ResponderEliminarA mi también me encantó.... la parte de la restauración tiene en tensión a toda la biblioteca, jaja... sin duda, es una bonita lección, "libros volando", "libros con sentimientos".... aunque todos han sido escritos por palabras, éstas le dan significado a la vida. A veces, la palabras... pueden mover montañas. Gracias Enrique, estoy con Sonia, es genial
ResponderEliminarMe alegro de que os haya gustado.
EliminarY estoy completamente de acuerdo: las palabras tienen más poder del que nos pensamos. Sirven para enmascarar mentiras, y también sirven para desesmascararlas. Para derrocar gobiernos, y para constituirlos. Para odiar, y para amar. Ojalá las alimentemos siempre de cautela y buenas intenciones.
Buenísimo Enrique, muy bueno el corto
ResponderEliminarA mí me lo parece.
EliminarGracias por pasarte, Rubén. Un saludo :)