Samuel Beckett (1906-1989) sólo incurrió personalmente en el cine cuando escribió el guión de Film. El conocido autor de teatro (Esperando a Godot) quiso trasladar a imágenes el principio de Berkeley Esse est percipi ("Ser es ser percibido"). Film está ambientada hacia 1929 (según las notas del propio Beckett). Es completamente muda excepto un suave siseo que nos recuerda que la autopercepción es inevitable.
La película, rodada en Nueva York en el verano del 64, fue dirigida por Alan Schneider y protagonizada por Buster Keaton. Éste encarna a un personaje angustiado, que recorre las calles prácticamente desiertas y se encierra en una habitación. Allí, intentará anular cualquier interferencia del exterior: cortinas que eviten la entrada de luz, anulación del espejo, de los animales que conviven en la habitación -perro, gato, loro y pez-, de dios. En un intento desesperado por dejar de ser -dejar de ser percibido-, romperá las fotos que lo atan a la existencia mediante la voz del recuerdo.
Será entonces cuando se produzca un juego de cámaras interesante. La cámara subjetiva, hasta ahora, nos mostraba los objetos de la habitación completamente borrosos (aludiendo a un posible defecto de la vista del protagonista). La cámara objetiva, por su parte, siempre nos había mostrado los quehaceres del personaje de espaldas a la cámara, como huyendo de ella. Pero cuando ha terminado de anular la realidad exterior, cuando ya no queda nada que perturbe la quietud necesaria para dejar de ser percibido, la cámara lo encuentra: enfoca su rostro, él se tapa la cara, no quiere reconocerse ni siquiera tras la neblina de su visión. Escapar de sí mismo se vuelve imposible.
Será entonces cuando se produzca un juego de cámaras interesante. La cámara subjetiva, hasta ahora, nos mostraba los objetos de la habitación completamente borrosos (aludiendo a un posible defecto de la vista del protagonista). La cámara objetiva, por su parte, siempre nos había mostrado los quehaceres del personaje de espaldas a la cámara, como huyendo de ella. Pero cuando ha terminado de anular la realidad exterior, cuando ya no queda nada que perturbe la quietud necesaria para dejar de ser percibido, la cámara lo encuentra: enfoca su rostro, él se tapa la cara, no quiere reconocerse ni siquiera tras la neblina de su visión. Escapar de sí mismo se vuelve imposible.
No me imagino un personaje de Buster Keaton que no represente un personaje agobiado :) (por otro lado, un crack donde los haya!!)
ResponderEliminarTotalmente. Es curioso que, ya sea en la comedia de los años 20 o en este film experimental, el personaje (salvando las distancias) sea el mismo, jaja.
EliminarHace unos días que me cuesta mucho cargar los videos de VK, no solo los tuyos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso he dejado el enlace de vimeo. Los de VK los dejo "por si acaso".
EliminarUn nuevo descubrimiento...Gracias
ResponderEliminarA ti, Mirta, siempre atenta ;)
EliminarGrande Keaton!! A igual que Chaplin, tan sólo con el silencio o el absurdo eran capaces de criticar y denunciar situaciones, con una capa de barniz de comicidad sin igual. Gracias por compartirlo;)
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Keaton lo pasó mucho peor con el paso al cine sonoro, y sólo pudimos verlo en intervenciones muy contadas. En la presente película, incluso aventurándose en el cine experimental, muy lejos de sus registros habituales.
EliminarPues no he visto la peli. De hecho, ahora que lo pienso, creo que desde que tengo cierto uso de razón, no me he puesto en serio con ninguna película de Buster Keaton. Tengo que ponerle remedio ya mismo!!!
ResponderEliminarSaludos y gracias por tus abundantes comentarios!!!