Se trata del corto animado More (1998), de Mark Osborne (Kung Fu Panda, 2008). Utiliza la técnica del claymation (stop-motion con plastilina). Fue nominado al mejor corto animado ese año, aunque el premio se lo llevó Bunny (1998), de Chris Wedge (Ice Age, 2002). Lamentable error. Podéis comprobarlo aquí mismo.
El cortometraje de Wedge está bien. Y sintoniza bien con el tema que ronda por estos lares en estos días. Pero el de Osborne es una maravilla.
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¿Has visto la película Mary and Max? More me la ha recordado.
ResponderEliminarClaro. Si More es buena, Mary & Max es excelente. De lo mejorcito que he visto recientemente en animación.
EliminarEnrique, a mi me ha llegado más el segundo, aunque el primero está más trabajado.
ResponderEliminar¿Ves? Para gustos... El segundo está muy bien, pero tengo la sensación de que esta historia me la han contado más veces. O será la banda sonora del primero, de New Order, que contribuye a crear un ambiente que no me transmite el segundo. O será que el muñeco de plastilina me da más lástima que el conejo decrépito que añora a su señora esposa. O será que el primero busca la felicidad de todos -a pesar de sus vanos esfuerzos- y el segundo busca la suya propia...
EliminarHombre, en el primero, el protagonista parece más jóven, y eso le hace tener más iniciativa para comerse el mundo. En el segundo, está esperando terminar..., pero vamos, es un criterio de gustos. Me sigo quedando con el segundo. Un saludo.
EliminarTú eres de la Academia, ¿verdad? Jaja.
EliminarBueno, quizas son demasiado tristes, el segundo más color que el primero... el significado del primero me gusta mas por buscar la felicidad... un reto.
ResponderEliminarUna búsqueda de luz en un mundo gris. Y esa luz está en la risa de unos niños que juegan... Son el futuro. El mensaje no es tan triste, la realidad de la que parte sí.
EliminarPero no deja claro que su sueño se cumpla, o yo creo que sueña buscando el color, triste porque cuando lo encuentra el pierde su interior. Aunque si se entrevee las risas de los noños, con color al final.
EliminarPerdon niños
EliminarLo que deja claro, me parece, es dónde está la luz. Aunque el protagonista haya perdido la suya. Mira por la ventana, ya vacío y sin esperanzas... ¡y allí están los brillos que le empujaron a iniciar su invento!
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