Algunos recordaréis esta entrada, en la que hice una somera intrusión en las apariciones del caballo de Troya en el cine. Así que considero que esta entrada es una sencilla adenda. Acompañé a mi nene el otro día al cine, para ver los disparatados saltos en el tiempo del señor Peabody y su hijo (!) Sherman. En uno de aquellos saltos se verán envueltos en el famoso sitio a la ciudad de Troya. Y allí nos introduciremos en el interior del caballo, y en el caballo en el interior del caballo.
Sabréis perdonar la calidad de los fotogramas (su origen es noblemente ilícito), pero cuando disponga de una versión de la película en mejor calidad, volveré sobre mis pasos (hasta este preciso lugar) para sustituirlos.
Quienes llegaron aquí buscando una crítica de la película... Espero no haberlos desilusionado. Sólo añadiré... ¡regálensela! La parafernalia del 3D embobará a los más pequeños, y los llevará con mano firme al Egipto de Tutankamón o al Renacimiento de Leonardo. Y el guión no dejará indiferentes a los adultos, que al menos podrán pasar un rato divertido.
En: Cine
A mi estas pelis me gustan y si encima entretiene y lleva un poco de historia para los peques, mejor.
ResponderEliminarSobre el caballo, siempre he tenido la percepción de que no sería un caballo con sus formas perfectas sino algo más tosco, y la película Troya se acerca mucho a mi imagen mental.
Un saludo.
Sí, la recreación del caballo en esa película es muy buena. Sólo que hicieron que entrara por la puerta (contradiciendo el texto homérico). También está aquella interpretación de que el caballo de madera era, en realidad, un barco.
Eliminar