Una familia regresa a Alicante, después de pasar unas vacaciones con su familia en Marruecos. Un coche de policía los detendrá para hacer una inspección rutinaria.
Xavi Sala muestra una vez más su compromiso moral con la discriminación racial en nuestro país. Ya causó un gran revuelo en 2005, cuando presentó su corto Hiyab, que ya comentamos aquí. En esa ocasión, se trataba del uso del velo islámico ("hiyab") en un centro educativo. Ahora, el foco se centra en una tarea rutinaria, la del control de vehículos, por parte de una pareja de agentes que "cumplen su labor". Plantea, principalmente, si dicho cumplimiento del deber se aplica a "todos por igual", o es selectivo. Como ya dijera su autor a propósito de Hiyab, sus intenciones profesionales van encaminadas a plantear el debate, a propiciar la reflexión en torno a una práctica común que, tal vez, no debería ser consentida.
Tras el incidente con la pareja policial, el matrimonio y sus dos hijos prosiguen el viaje, aunque el ambiente en el interior del coche se ha vuelto tenso. El final del cortometraje nos mostrará los efectos del destrozo moral al que se ha sido sometido. Y nos invita a participar del dilema moral de su protagonista.
Es una situación difícil... Ahora, si no se bajan a ayudar es que son igual a la pareja de policía...
ResponderEliminarEsto es lo grave de la discriminación, deja marcas que provocan regresiones en nuestra conducta.
Un abrazo
Me ha gustado mucho, si (además está muy bien realizado). Y plantea varias reflexiones más que interesantes y que darían para debates interminables, donde la razón la tendría todo el mundo y a la vez nadie. Plantea unos temas espinosos donde lo políticamente correcto y las injusticias transitan por un filo muy delgado.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, pues yo creo que se ha exagerado en todo. No creo que los controles policiales se basen en la discriminación. Los controles policiales se hacen normalmente -incluso así de detallados y hasta lo que sé, más todavía- cuando realmente hay sospecha de que se busca algo, como drogas.
ResponderEliminarEn el corto se ha hecho uso de una pareja con dos chiquillos para sensibilizar, pero hay gente así, traficantes que no les importa llevar drogas en sus vehículos junto a sus familias, a ver si a los señores agentes, al ver niños pequeños no les hacen el alto en el camino. No se trataría de una disciminación. Pero sí es cierto, que en ocasiones se producen situaciones como las que nos presenta el corto, que personas normales se sienten más vulnerables ante una situación así, porque realmente es así. y da igual el sexo, la raza o el país de origen. Cuando un agente policial te hace el alto en medio de la nada, uno se siente vulnerable.
Y desde luego, si no sé auxiliar a los heridos, al menos llamo por el móvil. Hay que dar ejemplo, porque la autoridad la forman también seres humanos que no están exentos de cometer errores.
En fin, desde luego el corto sugiere mucho Enrique. Saludos!!
Deja abierta a la duda de si deberían ayudarlos o no. Creo que eso no se discute.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con que en algunos casos los uniformados, abusan del poder, pero pienso que hoy en día es necesario el control minucioso.. sin abusos, claro. Muy interesante tu propuesta Enrique. Y si, a veces pagan justos por pecadores. Este parece ser uno de esos casos. Un abrazo
El corto termina en el mejor momento, quizás para aleccionar respecto a que dando es como recibes o creencias similares; pero me ha costado entender ese momento de suspenso. Creo que el primer paso para deponer nuestras propias armas es entender que el otro hace su trabajo, por supuesto, hay muchos abusos de autoridad, pero ayudar a otro ser humano en una situación difícil es algo que una persona no debería cuestionarse. Es un trabajo que deja muchas lecciones que asimilar. Saludos
ResponderEliminarYo pienso que, más allá de entender que la situación es exagerada (no deja de ser una ficción, que para plantear el debate ha de situarse en una situación límite), el corto nos propone dos situaciones:
ResponderEliminar- ¿Trata la autoridad a todos por igual? ¿La situación sería la misma con un matrimonio equivalente de origen alemán, por ejemplo? ¿O por el contrario el sesgo racial está presente en todo este tipo de situaciones?
- Obviamente, el imperativo moral del conductor, al final del corto, es socorrer a la pareja de policías que le piden auxilio. Pero... ¿no ha sido ya menoscabada su perspectiva humana? ¿Qué ocurre cuando el sesgo racial se antepone al principio de humanidad? Previamente se ha cuestionado. Esa situación, ¿no tiene consecuencias?
Gracias por vuestros comentarios, Javier, Charly, Sonia, Sole, Mª Eugenia.