jueves, 21 de marzo de 2013

Hace tiempo que ningún verso acude

Y ya iba tocando.

Hoy os traigo, como un lejano eco del tañido de las vanidades, una selección de "cuartetos" (del 101 al 107) del Robaiyyat, de Omar Jayyam, en versión española de Zara Behnam y Jesús Munárriz, a partir de la selección acreditada de Sadeq Hedayat. Son una pequeña muestra del pensamiento nihilista, hedonista y materialista del poeta persa (s. XI y XII).



QUE NADA ES

El cuerpo y su figura, oh necios, no son nada,
nada los nueve cielos, su bóveda estrellada;
tú, goza, que en el mundo degradado del ser
dependemos de un hálito, y éste tampoco es nada.


Mucho has visto del mundo y cuanto has visto es nada;
cuanto has dicho y oído en él, también es nada;
corriste hasta el confín del horizonte: nada;
furtivo te escondiste en casa: también nada.


Supón hecho a tu gusto el mundo; y al fin, ¿qué?
supón leído el libro de la vida; al fin, ¿qué?
supón que has realizado cien años tus deseos;
supón que te quedaras otros cien, y al fin, ¿qué?


Cabalgaba la tierra blanquinegra un bohemio,
ni musulmán, ni hereje, ni laico, ni pío,
sin razón ni verdad, sin principios ni asertos;
en ambos mundos, ¿quién se atreverá a otro tanto?


Nos asombra el constante girar del firmamento;
una linterna mágica nos servirá de ejemplo:
la lámpara es el sol, pantalla el universo,
y las constelaciones rodando en él, nosotros.


Ya que no es cuanto existe sino viento en la mano,
ya que hay en cuanto existe defectos y fracasos,
supón que cuanto no existe en el mundo, existe,
cree que cuanto existe en el mundo, no existe.


Mira, del mundo, yo ¿qué he conseguido? Nada.
Del total de la vida, ¿qué me ha quedado? Nada.
Soy la vela en la fiesta, nada soy si me apago;
soy la copa de Yam, nada soy si me quiebro.

CATEGORÍAS: Literatura, Poesía

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