La inexpugnable Troya es vulnerable sólo a través de una argucia, de una mentira. Este es su símbolo, el caballo de Troya representa el poder cuando la fuerza se rinde. Pero también se ha conformado como un estandarte de la denuncia: ante el abuso de poder, erigimos nuestro caballo de Troya. Lo vimos aquí.
Hoy os traigo un par de caballos más que añadir a la colección.
Vista del incendio de Troya, ca. 1759-1762 |
La primera es obra de Johann Georg Trautmann (1713-1769), autor no demasiado conocido pero admirable cuando se trata de retratar el fuego en la noche. De hecho, por época y por temática, la obra de Trautmann debería enmarcarse dentro del neoclasicismo (poco significativo en Alemania); pero cuando se trata de reflejar la noche y los fuegos que la iluminan, podríamos referirnos a un adelantado del romanticismo. En este sentido, estas obras sí que resultan admirables.
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La segunda es obra de Lovis Corinth (1858-1925), otro pintor alemán. Sus inicios se enmarcan dentro del impresionismo, pero fue derivando hacia el expresionismo, etapa a la que pertenece este cuadro. Podemos observar un caballo de pequeñas dimensiones, en fuerte disonancia con el verdadero motivo de su construcción (que albergara un pequeño ejército aqueo que iba a permitir abrir las puertas de la ciudad inexpugnable). ¿Los motivos? Podrían ser varios: restar honor a la hazaña, mostrando lo ridículo de la guerra; rechazar la mentira como arma; simbolizar la futilidad de nuestros actos.
Está claro que para los nazis, Corinth no iba a ser un artista querido.
En: Arte
Me gustaron los dos, y la entrada, claro.
ResponderEliminarGracias, Johann, me alegro mucho.
EliminarDos visiones impresionantes del mito del caballo de Troya, la de Trautmann la había visto, pero no la de Lovis Corinth, pintor en el que me gustaría profundizar y del que desconozco casi todo. Buena línea de interpretación
ResponderEliminarA Corinth me he referido en algunas ocasiones, y siempre que profundizo en él, me sorprende. Un autor a tener siempre en cuenta ;)
EliminarTal vez el último estaba lleno de enanos. Los griegos fueron muy poco precisos en sus descripciones.Dos cuadros interesantes por lo poco conocidos. Dos muestras con el mismo motivo y dos pensamientos diferentes.¡Para cuánto da el caballo de Troya!
ResponderEliminarPues sí, tengo todo un álbum dedicado a este singular caballo y un montón de entradas que lo mencionan ;)
EliminarCiertamente, dos pinturas interesantes de dos artistas poco conocidos. Excelente post.
ResponderEliminarGracias, Marybel ;)
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